Si hablamos de sacarle partido al aroma de su vagina, posiblemente, la que más rédito le ha sacado en los últimos tiempos ha sido la actriz Gwyneth Paltrow vendiendo velas que huelen como la suya. Es tan solo uno de los 'extravagantes' productos que la estrella de Hollywood vende en su tienda online plagada de terapias alternativas sin ninguna base científica pero que cosechan un gran éxito entre algunos sectores de una generación 'New Age' ávida de remedios supuestamente naturales y presuntamente milenarios, capaces - eso piensan ellos - de proporcionar más y mejor salud que las terapias avaladas por la evidencia de la ciencia.
En un mundo en el que las tendencias, los trucos, los `tips', proliferan y acaparan visitas en las redes sociales, uno de los más extraños de este verano puede ser el conocido como 'vabbing', que a grandes rasgos consiste en untarse secreciones vaginales en la piel a modo de perfume con el objetivo de potenciar la seducción apelando al poder de las feromonas.
Si bien es cierto que muchos animales segregan estos compuestos corporales como parte de sus rituales de apareamiento - y también para comunicarse - lo que no está tan claro es que en los humanos jueguen un papel significativo a la hora de conseguir pareja.
Esa es la pregunta que la publicación especializada en temas de ciencia 'Popular Science' le ha hecho a una experta en el tema para salir de dudas porque la usuaria de TikToK, Jewliah, asegura que a ella le funciona y ha compartido múltiples vídeos sobre cómo aplicarse el peculiar aroma y sobre los éxitos conseguidos, que en gran medida consisten en ella contando como diferentes pretendientes la piropean, la invitan a copas y le hacen regalos.
Según explica el artículo de 'Popular Science', aunque el 'vabbing' se ha hecho tendencia recientemente, las primeras menciones a esta práctica en la cultura popular provienen de la novela de Tom Robbins de 1976 'Even Cowgirls Get the Blues'. El en el libro, una vaquera lesbiana explica paso a paso el proceso del 'vabbing'.
La técnica tuvo un 'revival' en noviembre de 2018 cuando se mencionó en el podcast 'Secret Keepers Club' que conducen las cómicas Carly Aquilino y Emma Willman. En el episodio en cuestión hablaron de que un amigo suyo se restregaba el sudor de sus testículos como 'colonia'. La anécdota inspiró a una oyente a hacer lo propio con sus fluidos vaginales y aseguró que los resultados habían sido positivos. La leyenda ¿urbana? siguió viva y ahora ha llegado a TikToK,
El 'vabbing' se basa, en teoría, en potenciar el poder de las feromonas naturales que desprenden nuestros cuerpos. Sin embargo, para profesora adjunta de antropología de la Universidad de Boston, Eva Garrett, que ha sido consultada a este respecto por 'Popular Science', la relación entre la teoría y la práctica "es complicada". Garrett, cuya investigación se centra en la evolución del olfato en los primates, explica que, aunque los demás pueden sentirse atraídos por tu olor natural, es probable que las feromonas no tengan nada que ver en ese proceso.
Según explica la investigadora, en el caso de las feromonas, los humanos carecemos de muchas cosas que los animales sí poseen para que estas jueguen un papel relevante en su interacción social. Para empezar, explica Garret, los humanos no tenemos el órgano de Jacobson tan desarrollado como los mamíferos, reptiles y anfibios que utilizan las feromonas para detectar las señales químicas.
El proceso en el que estos animales usan sus feromonas suele estar conectado a la cavidad nasal a través de una red de nervios y conductos. Por lo general, prosigue Garret, estos animales lamen la zona en la que se ha esparcido una feromona y suben la lengua a la parte superior de la boca, confirmando el mensaje con el órgano de Jacobson.
Sin estos procesos y con un órgano de Jacobson bastante 'atrofiado' en los humanos, la antropóloga de de la Universidad de Boston cree que es "poco probable" que el 'vabbing' funcione como reclamo para atraer a una pareja. Sí que admite, sin embargo, que quizá pueda servir para potenciar el olor natural de las personas, lo que puede resultarle atractivo a otros individuos que podrían estar ya interesados por ti y atraídos, en cierta forma, por tu olor natural. Que las feromonas tengan algo que ver es mucho más discutible.