Cómo lidiar con un compañero de trabajo tóxico sin que afecte a tu rendimiento laboral
No restes importancia a un ambiente laboral tóxico: Te contamos 7 señales de alarma que indican que un compañero se está pasando de la raya
¿Es mejor pasar hasta que se aburra? ¿Tengo que atacar para que vea que no me amedrento? Ni lo uno, ni lo otro
La psicóloga Marina Pinilla comparte cinco recomendaciones para lidiar con un compañero de trabajo de forma asertiva
Combatir a un compañero de trabajo tóxico no es nada sencillo, sobre todo cuando se cruzan ciertos límites y la relación afecta a tu salud mental y a tu rendimiento laboral. Desgraciadamente, son muchas las personas que se enfrentan a esta situación a diario, tanto en entornos grandes en los que es más fácil “pasar”, como en entornos pequeños en los que constantemente tienes que lidiar con esa persona.
Muchas veces, estas dinámicas abusivas se minimizan. “No es para tanto”, pensamos en un intento de restarle importancia. Déjame decirte que a veces sí es para tanto, sobre todo cuando tu compañero de trabajo está ejerciendo algún tipo de acoso o mobbing hacia ti. Por eso es importante aprender a identificar las señales de alarma que indican que tu ambiente laboral es tóxico.
MÁS
Cómo es un compañero de trabajo tóxico
Lo primero que debes saber es que no es lo mismo un compañero que te cae mal y un compañero tóxico. Hay muchas razones por las que alguien de tu trabajo te “da pereza”, y la vasta mayoría de ellas tienen más que ver contigo que con él.
Que alguien sea muy hablador o, por el contrario, distante, no es tóxico. Tampoco es tóxico un compañero excesivamente tímido, aunque a veces esto pueda repercutir negativamente en vuestro trabajo porque te cuesta interactuar con él. Y por supuesto no es tóxico que un compañero de trabajo tenga opiniones o una ideología diferente a la tuya, siempre y cuando no intente imponer su punto de vista menospreciando el tuyo, por ejemplo, haciendo comentarios machistas o racistas –eso es mucho más tóxico, ya que se trata de una forma de discriminación laboral–.
Entonces, ¿de qué hablamos cuando utilizamos la etiqueta de ‘tóxico’?
- Tira por tierra tus aportaciones. Cada vez que propones algo, pone pegas. Intenta hacerte de menos delante del resto del equipo o clientes. Descalifica tu trabajo recurrentemente sin argumentos sólidos, solo porque lo has dicho o hecho tú.
- Bromea, pero solo se ríe él. Motes, chistes o vaciles son recurrentes cuando interactúas con este compañero. Él se justifica diciendo que “son bromas” y que “tú eres muy sensible”, pero está agrediéndote psicológicamente.
- Intenta aislarte. Cada vez que alguien es amable contigo, no sabes muy bien cómo ni por qué, pero ese compañero tóxico interviene para que se aleje de ti. Puede incluso difundir rumores falsos o cotillear sobre ti en la oficina de tal forma que te das cuenta, pero no sabes qué dice. Esta es una forma de violencia que genera mucha inseguridad.
- No respeta tus límites personales ni laborales. Te escribe fuera de tu horario laboral o no hace su parte del trabajo obligándote a ti a trabajar más.
- Todo lo malo es culpa tuya. Te responsabiliza de sus propios errores y te deja mal delante de otros compañeros o jefes.
- Boicotea cualquier intento de colaboración contigo. Hay gente que tiene dificultades para trabajar en equipo, pero este compañero pone piedras para que vuestro trabajo conjunto jamás salga adelante. Eso sí, cuando algo sale bien, siempre se atribuye los méritos.
- Es tu mayor crítico, aunque no le hayas pedido su opinión. Según él, son “constructivas”. ¡Mentira! Quiere arruinar tu autoestima y que desconfíes de todas las decisiones laborales que tomas.
Lidiar con un compañero de trabajo tóxico en 5 pasos
Para muchos, la solución es aguantar y responder con una sonrisa. Otros prefieren reaccionar con ataques. Ninguna de estas técnicas te va a servir, ya que lo más probable es que, con ambas, seas tú el que acabe con la ansiedad por las nubes y quizá con tu futuro laboral pendiendo de un hilo.
- La comunicación asertiva es la clave. Aunque te cueste mucho, empieza a hablar con más seguridad en ti mismo. Evita la pasividad y también la agresividad, es decir, tienes que expresar lo que sientes de forma tajante, pero evitando borderías.
- Si tu compañero hace un chiste ofensivo o una broma a tu costa, no te rías por compromiso. Dile “no encuentro la gracia y preferiría que no hicieses más ese tipo de comentarios”. Si te llama aguafiestas, directamente ignórale. Muchas veces nos reímos por incomodidad, y es mucho más útil poner una cara seria y que sean los demás quienes se den cuenta de que su actitud está totalmente fuera de lugar.
- Ten claros tus límites en el trabajo e informa de ellos a quien tienes que informar, es decir, a tus superiores. A tu compañero tóxico le debes la información justa y necesaria. Si tenéis que hacer un trabajo en equipo, deja claro a tu superior cuál es tu parte para que si en la entrega falta algo, sepa que no es responsabilidad tuya.
- Busca apoyo social en la empresa. Como ya hemos visto, los compañeros tóxicos buscan que te quedes solo. No lo permitas. Se sociable, educado y amable con los demás aunque te de miedo al principio. El objetivo es que crees una red de compañeros saludables que te ayuden a ver el trabajo como un entorno agradable.
- Pierde el miedo a chivarte y habla con tus superiores y con recursos humanos. Los compañeros tóxicos se aprovechan de tu miedo y de tu silencio. Si se produce un comportamiento abusivo aislado, puede que tu compañero tenga un mal día. Si se repite varias veces, informa a la empresa para que o bien tomen medidas inmediatas, o bien sepan qué es lo que está pasando.
Si esta situación está provocándote ansiedad o depresión, pide ayuda profesional y valora con un especialista la opción de solicitar una baja por salud mental. El acoso laboral es grave y la prioridad ahora mismo eres tú, no lo olvides.