Un grupo de científicos de la Universidad Federal de los Urales (UrFU) en Rusia han desarrollado una nueva serie de combinaciones químicas que pueden suprimir la inflamación pulmonar grave, y que podría servir para desarrollar nuevos medicamentos para combatir situaciones graves de gripe y Covid-19.
Los resultados del estudio publicados en la revista 'Pharmaceuticals' señalan que que ha diferencia de los análogos, estos compuestos no suprimen la inmunidad. El compuesto contiene heterociclos de azolazina, unas sustancias que pueden inhibir la actividad de la interleucina-6. Sin embargo, según los científicos señalan que, en algunos casos, un exceso de interleucina produce una inflamación descontrolada, destrucción de tejidos y amenaza la vida de los pacientes. Ahora estudian como luchar con estos efectos secundarios con nuevos compuestos que ayudarán a contener esta peligrosa reacción.
"En general, la dirección de nuestra investigación es más fundamental, pero podemos crear un producto aplicado basado en este conocimiento. Gracias a nuestra investigación fundamental inicial, varios medicamentos ya han ingresado al mercado farmacéutico", ha señalado Konstantin Savateev, investigador del Laboratorio de Síntesis Orgánica de UrFU.
El efecto terapéutico de los heterociclos fue validado por expertos de la Universidad Médica Estatal de Volgogrado, que observaron animales de experimentación y realizaron estudios histológicos de sus pulmones. El experimento realizado con ratones a los que se les inyectaron nuevos compuestos y una toxina especial que causaba inflamación, "lo mismo que ocurre con el daño pulmonar severo", señalan los científicos.
Con este estudio se pretende crear nuevos medicamentos seguros para combatir enfermedades virales, como la gripe severa y Covid-19. Actualmente la sustancia dexametasona se utiliza en medicina. Esta deprime el sistema inmunológico, lo que en algunos casos es un efecto secundario indeseable. Mientras que los nuevos compuestos muestran efectos antiinflamatorios en el nivel de dexametasona, pero no suprimen la inmunidad.
En el futuro, los científicos analizarán los resultados del estudio para identificar fragmentos de la molécula de los que depende el efecto antiinflamatorio. Con estos datos, se pueden sintetizar nuevos heterociclos con propiedades aún más fuertes. Después de eso, los especialistas planean pasar a la creación de un fármaco con aplicación para ensayos preclínicos.