10 claves para evitar que la economía acabe con tu relación de pareja: transparencia, comunicación y respeto
Aunque el dinero debería ser un recurso para vivir y disfrutar a solas o con gente, a la hora de la verdad, la economía genera muchos conflictos en las relaciones de pareja.
Para Pablo, de 28 años, el dinero siempre ha sido un motivo de discusión con su pareja. Cuando ella ha ganado más que él, él se sentía inseguro. Cuando él ganaba más que ella, ella se sentía cohibida. Ahora la situación está equilibrada, pero de vez en cuando vuelve esa temida discusión. “Hay meses que vamos más apurados y acabamos teniendo bronca. Luego se nos pasa porque sabemos que no es para tanto, pero es un problema recurrente. No sabemos cómo solucionarlo”, comparte con Yasss.
Su situación no es un caso aislado. Muchas parejas discuten por el dinero y en algunos casos la economía puede destrozar una relación.
¿Por qué discutís por el dinero?
Las razones más frecuentes por las que una pareja discute en relación al dinero son:
La precariedad. Los jóvenes vivimos en una situación económica muy precaria. Cobramos poco, trabajamos mucho y cuesta independizarnos. Cuando lo hacemos y empezamos a vivir en pareja, la falta de fondos en casa puede dar lugar a muchas discrepancias.
La falta de comunicación. Muchas parejas no hablan de este tema y, en consecuencia, hay problemas a la hora de definir si hay un fondo común, si ambas partes tienen que aportar lo mismo aunque cobren diferente, si están viviendo por encimade sus posibilidades, etc.
Planificad de forma consensuada todo lo económico. Hablad, hablad y hablad hasta que tengáis todo claro.
Cread unos fondos mínimos destinados a la economía común. Alquiler, facturas, hacer la compra, vacaciones, ocio, etc.
Decidid si queréis que la aportación a ese fondo sea proporcional (cada uno pone una cantidad de dinero en función de su sueldo) o idéntica (ambos ponéis la misma cantidad). Una vez toméis la decisión, no podéis echarlo en cara. Si veis que no funciona, podéis cambiar de opinión, pero evitad reproches.
Mantened un fondo individual. Cada uno puede gastarse ese dinero en lo que quiera: comprarse ropa, videojuegos, ir de cañas, apuntarse al gimnasio, pegarse unas vacaciones de verano increíbles con los amigos.
No juzgues los caprichos de tu pareja. Nada de hacer comentarios jocosos, soltar frases irónicas delante de tus amigos para que sepan “lo mucho que gasta”, poner los ojos en blanco, etc. Si lo haces, tu pareja seguirá comprando lo que quiere con su dinero, pero te lo ocultará.
Sed transparentes. No tienes que ocultar lo que ganas, lo que quieres ahorrar o el dinero que inviertes en tus caprichos. Lo ideal es crear unclima de confianza en la relación para que ambas partes os sintáis cómodas hablando de dinero.
Respeta el bagaje emocional y familiar de tu pareja respecto al dinero. A lo mejor a ti te enseñaron a ahorrar, pero tu ambiente familiar y el de tu pareja es diferente. Ahora debéis crear un clima nuevo y conjunto basado en el respeto y ambos debéis ceder un poco para lograr el entendimiento.
Fuera creencias machistas. La mentalidad de que “el hombre debe ganar más dinero” es muy dañina para ambas partes y, además, falsa.
No bases tu autoestima en lo que ganas. Si tu pareja tiene la suerte de tener un trabajo en el que gana mucho, enorgullécete y no te compares.
Cread un plan de ahorros. Hablad sobre cuánto dinero os gustaría ahorrar en el plazo de un año y cuánto deberíais aportar para lograr ese objetivo. Si es necesario, ampliad vuestra aportación al fondo común para poder crear ese plan de ahorros. Eso sí, no tengáis prisas. Mejor ir poco a poco a acabar discutiendo porque no tenéis dinero para vuestros caprichos individuales.