El calor puede ser un peligro para la salud. Las altas temperaturas afectan sobre todo a personas mayores, niños y aquellas con afecciones previas, pero cualquiera es vulnerable durante un episodio extremo cuando se expone por un tiempo prolongado. ¿Qué enfermedades son provocadas por el calor?
Hacer ejercicio o trabajar al aire libre son factores que nos hacen más vulnerables ante olas de calor como las que estamos viviendo este verano en España.
Cuando hace más de 35 ºC, aproximadamente, nuestro cuerpo lucha por controlar la temperatura interna mediante el sudor, que expulsa calor y además enfría la piel cuando se evapora, y mediante la vasodilatación, que también es una forma en que el organismo expulsa calor corporal.
En climas muy húmedos, el sudor apenas se evapora y el cuerpo no puede enfriarse tan eficientemente. Pero incluso en ambiente secos el cuerpo tiene un límite.
Pasar demasiado tiempo expuestos al calor hará que las células del sistema nervioso se ralenticen y puede dar lugar a un fallo multiorgánico o afectarnos mediante las siguientes enfermedades:
El golpe de calor es el efecto más peligroso de los episodios de temperaturas extremas. Los síntomas incluyen piel seca, pulso acelerado, mareos, náuseas, dificultad para hablar y confusión, entre otros. Si sientes u observas algunos de estos signos en otra persona, busca ayuda médica con urgencia o llama a emergencias.
Si el cuerpo pasa mucho rato a una temperatura interna muy alta esto puede afectar al cerebro y los órganos vitales, con impactos en la salud irreversibles o incluso la muerte.
Tras varios días o semanas expuesto a temperaturas extremas puede sufrirse lo que se conoce como agotamiento por calor, que produce sudoración profusa, respiración rápida, pulso débil y acelerado, fatiga, calambres musculares o dolor de cabeza.
Si no se atiende rápidamente a la persona que lo sufre puede sufrir un golpe de calor. El agotamiento por calor suele estar relacionado con deshidratación, ya sea porque no se consume suficiente líquido o por estar en climas muy húmedos, o por realizar ejercicio físico con mucho calor.
Los calambres por calor son espasmos musculares involuntarios y dolorosos. Cuando las temperaturas son muy altas, la pérdida de líquido y electrolitos puede hacer que suframos estos espasmos en el abdomen, los brazos o las piernas, donde son más frecuentes.
Suelen aparecer durante el ejercicio físico al aire libre en olas de calor. Ante estas situaciones los expertos aconsejan descansar a la sombra, beber agua y zumos, estirar suavemente y parar de hacer deporte. Si la situación no mejora debemos llamar al médico.
Otro riesgo con calor es la irritación de la piel por exceso de sudoración. Se da sobre todo en niños y bebés, y se conoce también como miliaria o sarpullido.
Suelen aparecer ampollas e incluso bultos inflamados que causan molestia y picazón. Desaparecen cuando la piel se enfría, pero si toma un aspecto muy feo requiere de atención médica.