¿Qué bicho me ha picado? Así puedes identificar las picaduras
Durante el verano aumenta la presencia de insectos y exponemos más nuestra piel, por lo que aumentan las picaduras
Mosquitos, avispas, garrapata, arañas... son algunas de las más frecuentes, y cada una entraña sus propios riesgos
Cómo evitar que te piquen los mosquitos en 4 pasos
El verano nos altera un poco a todos, incluyendo a los insectos de todo tipo, que aprovechan el calor y la humedad para hacer de las suyas y obsequiarnos con toda clase de picaduras. No ayuda el hecho de que nuestra piel se encuentre más expuesta que nunca, ni todo el tiempo que pasamos al aire libre o en la naturaleza. Tampoco que necesitemos ventilar con más frecuencia para rebajar la temperatura en casa, sobre todo si queremos evitar usar el aire acondicionado.
Para que podamos coexistir de la mejor forma posible y evitar alergias, picores o enfermedades, te contamos cómo identificar las picaduras de insectos más frecuentes para que puedas actuar en consecuencia.
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Así puedes identificar las picaduras de insectos
Cuando llega el verano, la presencia de mosquitos y demás insectos se dispara a la vez que lo hacen las temperaturas y la humedad. La mayoría de las veces estas picaduras resultan inocuas y tan solo provocan una pequeña reacción que desparecerá a los pocos días o incluso horas, especialmente si usamos algún remedio para aliviar el picor o la hinchazón.
Sin embargo, en determinados casos es necesario consultar a un médico, como ocurre con la picadura de garrapata: es frecuente que nos receten antibióticos de forma preventiva, dada la alta incidencia de infecciones en estos casos. Otras picaduras pueden resultar venenosas y, en el caso de los mosquitos, existe un pequeño riesgo de contagio de enfermedades, algunas potencialmente mortales.
Para que puedas actuar si te pica algún insecto y no tienes claro cuál es ni de dónde ha salido, toma nota de estos consejos para identificar picaduras de insectos este verano:
- Picadura de mosquito. Es sin duda la picadura más frecuente durante el verano, y también la que reconocemos con más facilidad. En general, no tiene por qué ser peligrosa, aunque cabe la posibilidad de que el mosquito nos transmita alguna enfermedad al picarnos, y algunas pueden resultar mortales. Primavera y verano son las épocas en las que más proliferan los mosquitos y en las que mas complicado se vuelve vivir sin su presencia. Afortunadamente, existen repelentes y otros productos listos para combatirlos, y sus picaduras suelen desaparecer a las pocas horas, provocando un simple picor que tiene como origen la saliva que desprenden al succionarnos la sangre. Si notas síntomas extraños como fiebre, acude a un profesional.
- Picadura de abeja o avispa. Se trata de otro tipo de picadura de insecto bastante frecuente y, en este caso, el dolor que provoca es bastante mayor, aunque suele desaparecer pasadas unas horas. Es frecuente que aparezca hinchazón y ardor, y que puedas ver un punto rojo y blanco en el centro, que coincide con la zona en la que se ha introducido el aguijón, en el caso de la picadura de abeja. Deberás extraerlo con cuidado. Respecto a la duración de los efectos de la picadura, suelen desaparecer al cabo de unas horas, pero este periodo puede extenderse incluso un par de días. Cuidado con las alergias: aunque, cuando aparecen, suelen ser leves, los casos graves son muy peligrosos y pueden terminar en anafilaxia.
- Picadura de araña. La picadura o mordedura de araña se caracteriza por dejar dos pinchazos visibles, aunque sus efectos suelen ser similares: hinchazón, ardor y picor en la zona de la mordedura. En general no se trata de un dolor extremo, pero dependerá de la especie que te haya picado. En algunos casos, la picadura de araña puede ser peligrosa. Si experimentas dolor intenso, cólicos abdominales o una úlcera que comienza a crecer en el sitio de la picadura, acude a un médico cuanto antes.
- Picadura de hormiga. Las hormigas (no todas) también pican, aunque no es lo más frecuente. El efecto suele ser el mismo que en el resto de casos: hinchazón y enrojecimiento. En ocasiones puede aparecer un poco de pus o una ampolla, y pueden llegar a doler bastante. El caso más famoso es el de la hormiga de fuego, cuya picadura duele como una quemadura.
- Picadura de garrapata. La picadura de garrapata suele ser indolora, pero lo habitual es que no nos desprendamos de este insecto tan fácilmente y que éste quede adherido a nuestra piel, chupándonos la sangre gradualmente para alimentarse. Si te ha ocurrido, deberás extraerla con mucho cuidado para evitar que la cabeza se quede dentro y provoque una infección. Ante la duda, sigue estos consejos o acude a un profesional.
- Picadura de mosca. Puede que te sorprenda, pero existen moscas que pican. Estrictamente, muerden. En concreto, la mosca negra, que cada vez es más frecuente en España, cuenta con una boca en forma de sierra con la que produce una herida en la piel en la que inoculan la saliva, y dejan como marca un punto rojo. El principal efecto de esta picadura es la inflamación, que normalmente desaparecerá a las pocas horas, causando un dolor leve o moderado. Al menos en teoría, la mosca inyecta un anestésico para que no te des cuenta de que te está mordiendo, pero es frecuente sentir un verdadero mordisco en el momento en que se produce y, por muy minúsculo que sea, resulta doloroso. Puedes estar tranquilo: no hay riesgo de contagio de enfermedades, aunque sí pueden aparecer reacciones alérgicas.
- Picadura de pulga. El picor que produce la picadura de pulga es inmediato y su efecto suele desaparecer al pasar varias horas, aunque las reacciones alérgicas pueden llegar a jugarnos una mala pasada. Se caracterizan por dejar pequeños puntos rojos en la piel y es habitual presentar varias lesiones en la misma zona.
- Picadura de chinche. Lo más peligroso de la chinche es que, si viajamos con una de ellas, desprendernos de esta posible plaga será muy complicado. Pueden vivir largo tiempo sin comer y se esconden en zonas de difícil acceso, como las costuras de los colchones o de las maletas. Suelen picar en línea, dejando un camino en tu piel. Si sufres una reacción alérgica, consulta a un médico para que pueda recetarte un tratamiento adecuado: el picor y la supuración de las lesiones puede ser muy desagradable.