La poliomielitis es una enfermedad altamente infecciosa que los países desarrollados han erradicado gracias a la vacuna, que fue desarrollada en 1965. En España más de 20.000 personas sufrieron la polio entre 1950 y 1963. La enfermedad de la polio la causan tres tipos de poliovirus, que dañan el sistema nervioso y provocan parálisis.
La mayoría de personas infectadas con polio, no presentan síntomas o tienen síntomas leves por lo que siguen contagiando a otros. De las personas que adquieren la infección, el uno por ciento o menos desarrollan parálisis.
El virus de la poliomielitis puede transmitirse por contacto directo con una persona infectada o, con menor frecuencia, a través de agua y alimentos contaminados. Los portadores del virus de la poliomielitis pueden propagarlo durante semanas en las heces fecales.
Algunas personas que presentan síntomas por el virus de la poliomielitis sufren un tipo de la enfermedad que no provoca parálisis (poliomielitis abortiva), que es considerada más leve. Los síntomas son parecidos a los de la influenza y de otras enfermedades virales y pueden durar hasta 10 días.
Los contagiados con los virus de la polio pueden sufrir en su forma leve los siguientes síntomas:
La poliomielitis paralítica es la forma más grave de la enfermedad y puede provocar parálisis muscular temporal o permanente, discapacidad, deformidades de los huesos y la muerte.
Los síntomas de la poliomielitis paralítica son iguales a los de la poliomielitis no paralítica y la abortiva, pero se le suman otros como:
Los enfermos de polio en sus formas más graves tienen importantes secuelas, que afecta su locomoción. El llamado síndrome postpolio provoca fatiga muscular y debilidad que se desarrolla años o décadas después de una infección de poliomielitis.
Si los enfermos son niños sufren, además de las secuelas de la enfermedad, el Síndrome Postpolio obligándolos a utilizar sillas de ruedas o muletas a causa de la atrofia de los músculos, generalmente aquellos que fueron afectados por la poliomielitis.
España sufrió una epidemia de polio al inicio de los años 50 del siglo XX cuando se calcula que enfermaron más de 20.000 personas, aunque no existe un registro oficial porque el Gobierno de Franco se esforzó por ocultar los datos.
La primera campaña nacional de vacunación en España contra la polio se realizó entre 1963 y 1964, pese a que esta estaba disponible desde 1957. Otra vacuna, la inyectable de Jonas Salk, existía desde 1954.
Los datos del ISCIII, revelan que entre 1959 y 1963 se registraron 20.204 casos. Ese último año se detectaron más de 1.900 contagiados. En 1965, cuando la campaña de inmunización ya estaba avanzada, los casos cayeron hasta los 62.
La enfermedad de la polio solo existe en Afganistán, Nigeria y Pakistán, donde siguen provocando muertes, sobre todo en niños, según datos de Rotary Internacional, organización que lucha par la erradicación de la polio en todo el mundo.
La organización alerta con que “a menos que erradiquemos la polio, en un plazo de diez años podrían llegar a registrarse 200.000 casos anuales en todo el mundo".
La vacuna contra la polio es la prevención más efectiva contra esta enfermedad que sigue golpeando a los países y zonas más deprimidas del planeta.