Las olas de calor son cada vez más frecuente en España y en el resto del mundo. Los organismos internacionales cuantifican sus efectos en base a la mortalidad creciente que provocan. En nuestro país, este episodio de temperaturas extremas ha causado ya la muerte de 510 personas, un dato procedente de fuentes oficiales que las redes sociales ponen en duda desconociendo que se trata de un fenómeno global.
Según los datos facilitados este lunes por el Instituto de Salud Carlos III, en los siete primeros días de la ola de calor -del 10 de julio hasta el sábado 16- han muerto 510 personas por causas que se pueden achacar al calor, 150 de ellas el sábado y 123 el viernes. De las 510 personas que habrían fallecido por la ola de calor, se estima que 321 son mayores de 85 años, 121 tienen entre 75 y 84, y otros 44 habrían muerto con entre 65 y 74 años.
Las muertes por calor extremo no son algo nuevo en España. En 2003 ya advertimos datos sobrecogedores sobre los efectos de estos episodios en los índices de mortalidad. En aquel año, algunos estudios informaron de un excesos de fallecimientos de 6.500 personas como consecuencia de la ola de calor registrada, según informó el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Un estudio de este organismo analizaba datos del período 1990-2004, concluyendo que el incremento de mortalidad durante los meses de verano es del 14,6 %, lo que significa que cuando la temperatura máxima se incrementa 1ºC, la mortalidad aumenta un 3,3 %.
Pero no es el único que aporta datos escalofriantes. El agregador de contenidos médicos relacionados con la salud, Univadis, de Aptus Health, cita a Julio Díaz, responsable de la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto Carlos III (ISCIII), que estima que "en nuestro país se dan 1.300 muertes cada año debido al calor”.
Según este experto, "aunque ya tuvimos algunas olas de calor en 1991 y 1995, no se empezó a tomar conciencia hasta el 2003, cuando a principios de agosto acabamos con una mortalidad de 70.000 personas en Europa. En España dejó hasta 6.660 muertes atribuibles al calor en poco más de 10 días".
Julio Díaz recuerda que "MoMoTemp supone una evolución mejorada de MoMoCalor, que se creó en el 2018. La novedad que añade la actualización de la herramienta incluye la estimación de alertas de exceso de mortalidad tanto para calor como para frío. Además, este es un modelo enfocado a la predicción, es decir, a la generación de alertas de exceso de mortalidad atribuibles al exceso o defecto de temperaturas, no a la estimación de número de excesos de defunciones, como hacía la primera herramienta".
Su funcionamiento pretende anticiparse al "incremento de mortalidad basándose en nuestros umbrales de calor, conociendo a qué temperatura empieza aumenta la mortalidad por cada grado que aumenta la temperatura", siendo la base de las estadísticas que integra el Plan Nacional del Ministerio de Sanidad.
El Ministerio de Sanidad explica en su página web que "el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria MoMo y MoMoTemp son sistemas de vigilancia de la mortalidad diaria asociada a excesos de temperatura, que se han implementado en la Unidad de Vigilancia de la Mortalidad diaria (MoMo) del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, con los que se contribuye al Plan de actuaciones preventivas contra los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud del Ministerio de Sanidad".
Esta herramienta utiliza datos de las defunciones diarias de los últimos diez años, sin incluir aquellas del año 2020. Esta serie se obtiene tanto de los datos consolidados del INE, como de las defunciones más recientes proporcionadas por el Ministerio de Justicia sobre defunciones por todas las causas notificadas en registros civiles de los municipios informatizados (que corresponde aproximadamente a un 93% de la población).
También utiliza las temperaturas según la AEMET a nivel provincial en el mismo periodo de tiempo, incluyendo el año en curso. Y por último información sobre la población por grupo de edad y provincia, extraídos del INE.
Así, el objetivo de la estadística del MoMo es "identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada, según las series históricas de mortalidad", y permite "estimar de forma indirecta" el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública.
El citado Instituto de Salud Global de Barcelona distinguía entre las dos principales características de mortalidad de las olas de calor: las diferencias entre zonas y entre edades.
En el primer caso recuerda que "el impacto del calor puede variar según las diferentes zonas geográficas, observándose que las provincias del sur y oeste de España presentan mayor riesgo de mortalidad asociado al calor (con incrementos de entre el 19 y 29 %), mientras que en las zonas del Mediterráneo la mortalidad en días de calor aumenta pero mucho menos, entre un 2 y 9 %.
En la segunda de las diferencias, la edad de los afectados, las datos de un estudio realizado en Cataluña apuntan a que "el calor no afecta a todos por igual. Las personas mayores son las más vulnerables, sobre todo las que padecen enfermedades crónicas. Entre las personas de más de 60 años, el riesgo de mortalidad aumenta un 20 % durante una ola de calor y este riesgo aumenta hasta el 40 % en las personas de entre 80 y 90 años, Las causas de mortalidad durante periodos de ola de calor son principalmente por problemas mentales y del sistema nervioso.
En general se trata de pacientes con problemas psiquiátricos, pero también personas que toman medicamentos psicotrópicos (como enfermos de Alzheimer o demencia), que provocan una reducción de la eficacia de los mecanismos termorreguladores que los hace más vulnerables a las altas temperaturas. Otras causas de mortalidad que se han asociado a altas temperaturas son las enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes y enfermedades del riñón y sistema urinario.