Hace casi dos años y medio, cuando se declaró la pandemia por covid, la población incorporó una serie de medidas preventivas para intentar no contagiarse de coronavirus. Los especialistas afirman que seguir con algunos de esos hábitos de salud e higiene también disminuye el riesgo de contraer otras enfermedades. Estas prácticas resultan además de especial importancia cuando los casos continúan en aumento.
Varios estudios demostraron que muchas personas, antes de la pandemia, no se lavaban las manos después de ir al baño: alrededor de una de cada cuatro en todo el mundo y una de cada dos en países con buen acceso a agua e instalaciones.
Hoy en día, la mayoría de las personas son conscientes de la importancia de lavarse bien las manos con agua potable y jabón durante al menos 20 segundos o, si se está en la calle, utilizar desinfectante.
Kerry Hancock, doctor especialista en medicina respiratoria, destacó, en una entrevista con The Guardian, que aunque se sabe que el SARS-CoV-2 se propaga principalmente por el aire, la higiene de manos es la "piedra angular" de la prevención de infecciones y una manera sencilla de cortar la transmisión de otros virus y bacterias.
Para la profesora Holly Seale, experta en percepciones y comportamientos relacionados con enfermedades infecciosas de la Universidad de Nueva Gales del Sur, a la mayoría de las personas se les enseña desde la infancia sobre la higiene en el contexto de protegerse a sí mismos, pero la higiene de las manos va en ambos sentidos. "Asegurarse de que sus manos estén limpias antes de salir de compras o de subir al ascensor es también para proteger a otras personas", resaltó.
Seale recomienda que todas las personas mayores de seis meses se vacunen contra la influenza, cuya vacuna 2022 protege contra cuatro cepas de la gripe. "Hemos tenido un par de años en los que la gripe realmente no ha existido, y ciertamente existe la preocupación de que las personas tengan niveles más bajos de protección", apuntó la experta.
Junto con la vacuna contra la gripe, los especialistas instan a que todos se mantengan al día con la vacunación regular de cada año, según corresponda por edad y las recomendaciones sanitarias en cada país.
Una de las lecciones más importantes que el covid dejó es la importancia de que las personas enfermas se mantengan alejadas del trabajo y de los eventos sociales.
La profesora Sheena Sullivan, epidemióloga de enfermedades infecciosas en el Instituto Doherty, indicó, según recoge Infobae, que "es esperable que los responsables lideren con el ejemplo". Pero lo cierto es que quienes trabajan por su cuenta, así como la mano de obra ocasional y las profesiones en las que las personas no pueden trabajar desde su domicilio, continúan presentando un "riesgo real" para el control de enfermedades, y las autoridades sanitarias deben abordarlo, consideró Sullivan.
También reclamó que las personas que tengan que salir de sus hogares y presenten síntomas respiratorios, lo hagan haciendo uso de las mascarillas, aunque solo sea por cortesía y respeto hacia los demás.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene consejos sobre la evaluación del flujo de aire para los administradores de edificios, así como para las personas que cuidan a un paciente con covid en el hogar.
Si bien una buena ventilación es vital, existe la preocupación de que las barreras de plástico, como las que se usan en muchas cajas de comercios minoristas, brinden una falsa sensación de seguridad.
Si una persona está en el mostrador del supermercado y va a estornudar, es mejor que use una mascarilla para proteger al cajero, y viceversa. La barrera plástica protege de las gotas, pero no de los diminutos aerosoles que se elevan en el aire y se respiran en el otro lado.
La pandemia también subrayó la importancia de que las personas con enfermedades crónicas tengan un correcto seguimiento de las mismas.
Resulta más difícil para las personas con otras enfermedades pulmonares, como bronquitis o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), controlar su enfermedad. No obstante, todos los pacientes con enfermedad pulmonar crónica deben tener planes de acción por escrito para que sepan reconocer si su situación está empeorando, si necesitan aumentar sus medicamentos o requieren otro fármaco distinto, así como cuándo deben ponerse en contacto con personal sanitario.