Los españoles somos grandes bebedores de alcohol, tal vez porque se trata de una costumbre absolutamente normalizada en nuestra sociedad, o porque somos uno de los principales productores de vino y cerveza de Europa, o por ambas cosas a la vez. Para muestra, un botón: un 13 por ciento de los españoles toma alcohol cada día, lo que nos convierte en el segundo país de la Unión Europea que bebe con más frecuencia (solo nos adelantan nuestros vecinos portugueses).
Además, España es el tercer mayor productor mundial de vino (por delante se encuentran Italia y Francia), y el décimo país del mundo en producción de cerveza (tercero de Europa, solo adelantado por Alemania y por Polonia). No hay duda de que una cerveza bien fría, un buen vino acompañando a una cena con amigos o una copa en una terraza de verano son pequeños placeres que a los que no tenemos por qué renunciar, pero conviene no perder de vista cuáles son los riesgos de beber alcohol para nuestra salud.
La normalización del consumo de alcohol en España es, quizás, el factor contra el que más difícil es pelear cuando se trata de concienciar de los efectos nocivos de un consumo excesivo de esta sustancia. Sin ir más lejos, hace dos años la plataforma Juntos por la Hostelería, integrada por los colectivos más destacados del sector, solicitó que se declarara Patrimonio de la Humanidad a nuestros bares, teniendo en cuenta que somos el país del mundo con más bares y restaurantes del mundo.
El resultado es que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por la población en España, según la Encuesta sobre alcohol y drogas en España (EDADES 2019), realizada a población de 15 a 64 años, publicada por el Ministerio de Sanidad.
Pero normalizar cualquier cosa, desde un consumo determinado hasta una práctica o una idea, no significa que sus efectos nocivos y desventajas desaparezcan mágicamente. Por eso conviene recordar cuáles son los riesgos de beber alcohol para nuestra salud:
Tal y como recuerda la Comunidad de Madrid, "no existe un nivel de consumo seguro de alcohol". El consumo de riesgo, el consumo perjudicial, el consumo excesivo episódico y la dependencia del alcohol, son considerados hoy en día grandes problemas de salud pública y en sus causas confluyen múltiples circunstancias y determinantes. De hecho, se calcula que el uso nocivo del alcohol causa cada año 3,3 millones de muertes y una proporción considerable de ellas corresponde a personas jóvenes.Según un estudio llevado a cabo por el Ministerio de Sanidad, en 2010-2017 se produjeron en España 15.489 muertes al año atribuibles a alcohol , suponiendo un 55,7 por ciento de muertes prematuras.
Más allá de la consecuencias más dramáticas del consumo de alcohol, beber de forma estable puede dañar poco a poco nuestra salud, siendo uno de los principales factores de riesgo evitables en el desarrollo de más de 200 problemas de salud y lesiones, incluyendo, entre otras:
Además, el impacto del consumo de alcohol va más allá de la salud de la persona que consume, ya que puede producir daños a terceras personas y a la sociedad en su conjunto, en forma de accidentes de tráfico, conductas violentas, desempleo, absentismo laboral o Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF).
Estas son algunas enfermedades asociadas al consumo de alcohol: