El cáncer de páncreas constituye la tercera causa de muerte por dicha enfermedad en nuestro país, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Aunque los avances son continuos, su prevención y detección temprana resultan fundamentales para conseguir una mayor supervivencia.
Su incidencia no para de crecer debido, entre otros factores, al envejecimiento de la población, la obesidad, el tabaco, la pancreatitis crónica o la diabetes.
Según las estimaciones de la SEOM, cada año se diagnosticarán 8.697 casos nuevos, de ahí que se recomiende una dieta saludable, no fumar, un consumo moderado de alcohol y la práctica regular de ejercicio físico.
Un estudio publicado recientemente en Nature Communications ha revelado que existen determinados factores de estilo de vida capaces de activar las lesiones precancerosas, conocidas como neoplasias intraepiteliales pancreáticas.
La investigación ha sido llevada a cabo en ratones, cuyas lesiones pancreáticas precancerosas son similares a las de los humanos.
Los científicos detallan que la identificación de estos "factores críticos" que promueven la progresión de una neoplasia intraepitelial pancreática a un cáncer de páncreas "podría conducir al desarrollo de nuevas intervenciones para reducir la incidencia".
Entre ellos, han apuntado a las dietas ricas en grasas, puesto que estas se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de páncreas en humanos.
Los alimentos que forman parte de estas dietas incluirían a los fritos, a las carnes rojas o procesadas y a los productos lácteos enteros como, por ejemplo, la mantequilla.
Tal y como indican los investigadores, estas dietas "están enriquecidas con ácidos grasos que actúan como activadores naturales del receptor PPARδ", que se encarga de regular la expresión de diversos genes claves en el metabolismo de las grasas, así como también en la formación del cáncer de páncreas.