La viruela del mono, una enfermedad conocida que no llega para quedarse: diez razones para ser optimistas
España ha notificado más de una veintena de casos de viruela del mono, pero aún así hay razones para mantener el optimismo
Sanidad comprará vacunas contra la viruela del mono ante el aumento de casos en España
El Ministerio de Sanidad descarta la vacunación masiva contra la viruela del mono
El pasado 18 de mayo de 2022, los funcionarios de salud de Massachusetts y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, confirmaron un caso de viruela del mono en un paciente que había viajado recientemente a Canadá. Una semana después, España, con más de una veintena de casos confirmados, es uno de los países con más pacientes contagiados.
Aunque el miedo a una nueva pandemia, después de lo recientemente vivido con el coronavirus, es más que palpable en la sociedad, lo cierto es que la viruela del mono, no es una enfermedad nueva, es una vieja conocida de los epidemiólogos, por lo que su control, parece, será más factible. El Ministerio de Sanidad, por el momento, ya ha anunciado la compra de miles de vacunas y antivirales para hacer frente a la enfermedad, aunque ha descartado la vacunación masiva.
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Diez razones paras ser optimistas frente a la viruela del mono
Estos son algunos de los motivos, recogidos 'The Conversation', que pueden hacer que mantengamos el optimismo frente al este nuevo brote de viruela del mono.
- Un virus conocido: la viruela del mono o viruela símica se descubrió por primera vez en 1958, en estos animales, dentro de un laboratorio situado en Dinamarca. El primer caso en humanos fue descubierto en 1970, en la República Democrática del Congo. Desde ese momento son numerosos los brotes registrados en países del África central y occidental, por lo que la investigación y los estudios sobre él han continuado a lo largo de todas estas décadas.
- Relativamente estable: el virus del mono es un virus de ADN relativamente grande, que muta a menor velocidad que los virus de ARN, como el coronavirus. El sistema de los virus de ADN, además, responde mejor ante posibles mutaciones, por lo que es poco probable que cambie su secuencia genética de manera repentina o de una manera tan elevada que pueda llegar a alcanzar una excelente transmisión humana.
- Gran parte de la población tiene inmunidad: la viruela es una enfermedad completamente erradicada en todo el mundo. Así lo certificó en 1980 la OMS. Esto se debió, en gran parte, a la exitosa campaña de vacunación contra la enfermedad. Los datos apuntan a que la vacuna contra la viruela humana protege en torno a un 85 % contra la viruela del mono. Es decir, quienes fueron vacunados contra la viruela -la mayoría de la población mayor de 45 años- contarían con inmunidad frente a la nueva enfermedad.
- Se sabe cómo se transmite: el virus puede transmitirse a través del contacto con una persona o animal infectado. Por lo general, el virus ingresa al cuerpo a través de la piel lesionada, la inhalación o las membranas mucosas de los ojos, la nariz o la boca. Conocer las principales vías de infección es fundamental para frenar su contagio.
- La transmisión entre humanos es baja: la cadena de transmisión más larga que se ha encontrado es de seis personas, como recoge France24, esto es debido a que su transmisión sucede a partir del contagio estrecho entre humanos.
- Su manifestación clínica es leve: los síntomas de la enfermedad duran de 2 a 4 semanas. La tasa de letalidad de la variedad de África Occidental, el tipo visto hasta ahora en Europa, cuenta con una tasa de letalidad del 3,6 %. La mortalidad es mayor en niños, adultos jóvenes y personas inmunodeprimidas. La mayoría de las personas se recuperan de la enfermedad a la pocas semanas.
- Los síntomas son característicos y muy evidentes: es difícil que la viruela del mono pase desapercibida debido a las características y visibles lesiones cutáneas que provoca. Además, en la primera etapa, que dura entre cero y cinco días, los síntomas son fiebre, dolor fuerte de cabeza, dolor de espalda, dolores musculares, cansancio e inflamación de los ganglios linfáticos (situados, entre otras partes, cerca del cuello, en clavículas y axilas). En la segunda fase, que aparece tres días después de la fiebre, los cotagiados sufren de manera temporal erupciones en la piel.
- Métodos para detectarla rápidamente: los laboratorios de todo el mundo están más que preparados para detectar el ADN del virus de la viruela del mono. Además, el avance en las pruebas de PCR permite detectar el virus de manera rápida y eficaz.
- Vacunas: ya existen las vacunas contra la viruela del mono, por lo que su tratamiento es mucho más rápido y eficaz. En España, el Ministerio de Sanidad ya ha confirmado la compra de miles de viales para hacer frente a la enfermedad. Serán las del laboratorio danés Bavarian Nordic, comercializadas en Europa bajo la marca Inmavanex, y llegarán, según Carolina Darias, en "unas semanas".
- Tratamientos antivirales efectivos: además de vacunas, también existen antivirales efectivos contra la viruela del mono. Estos fármacos hacen frente a las infecciones producidas por un virus, al igual que los antibióticos, en el caso de las infecciones bacterianas. España también adquirirá antivirales contra la viruela del mono.
Aún así, como bien indican los expertos, la mejor medida ante la enfermedad, es ser la precaución.