Un total de 3.066 personas mayores de 65 años perdieron la vida en 2020 por una caída, lo que supone un incremento del 83% en 10 años, según un estudio de la Fundación Mapfre publicado este miércoles, que también constata que las caídas aumentan hasta 7 veces la mortalidad en los mayores de 80.
Las caídas son una de las mayores causas de dependencia en España. Son las mujeres (70%) las que más lo sufren. Suelen ocurrir en el hogar, sobre todo, en el dormitorio (36%), baño (12%) y la cocina (11,6%), y se originan en mayor medida durante la actividad diaria de los mayores y su interacción con el entorno. El 1,6% mayores que ha sufrido un percance de este tipo fallece como consecuencia directa de la caída y 1 de cada 10 mayores lo hace a los 6 meses del alta, lo que pone de manifiesto que la probabilidad de fallecer que tiene un mayor de 80 años se incrementa hasta siete veces cuando ha sufrido una caída.
Entre las características más frecuentes de estas personas cuando entran por la puerta de urgencias por este motivo destaca el hecho de que viven solas, no están acompañadas en el momento de la caída o no pueden levantarse por sí mismas cuando sufren esta situación.
También destaca que sufren enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión (70%); enfermedades de tipo osteoarticular, como la artrosis (47%); y presentan síndromes geriátricos, como la baja agudeza visual (61%) y la depresión (31%), entre otros.
Las caídas se pueden prevenir ya que la mayoría se debe a factores extrínsecos por lo que es necesario adaptar la viviendas a medida de que las personas van cumpliendo años.
Así mismo consideran que es clave sensibilizar a los mayores y a sus familias del alto riesgo que tiene una caída a la hora de deteriorar la salud física y emocional y que deben ser conscientes de la importancia que tiene adaptar adecuadamente sus viviendas a medida que van cumpliendo años, ya que las necesidades no son las mismas en cada momento de la vida.