Jeffrey Kluger, autor del libro y de polémicas afirmaciones sobre el tema, se basó en la investigación que analizó la dinámica de 400 familias durante tres años, según publicó el 'Daily Mail'.
Estas cifras, según los investigadores, podrían ser mayores, porque las familias sabían que estaban siendo monitorizadas.
El tema, sin embargo, es delicado y nada más convocar a un debate en la red, se desató una ola de enfados entre los padres. Los científicos, por su parte, lo tienen más claro.
"El 65% de las madres y el 70% de los padres exhiben preferencia por uno de los hijos, usualmente el mayor".
Según Kluger, periodista especializado en temas de salud en Time, los seres humanos están biológicamente programados para preferir un hijo sobre otro.
"El acto narcisista de reproducirnos impulsa a los padres en favor del hijo mayor, el más saludable, el que tendrá más éxito reproductivo”, aseguró.
Existen otras teorías, que plantean que son las madres preferencia por su primogénito, pero con frecuencia los padres adoran a sus hijas menores.
La reacción de los menos queridos
Para ver cómo el favoritismo puede afectar a los niños los investigadores hallaron que el ser o no menos favorecido en una familia puede colorear el comportamiento como adulto.
"Los niños que se sienten menos queridos dentro de su familia son más propensos a desarrollar una baja autoestima, ansiedad y depresión", aseguran.
Otro caso típico es que el niño que se sienta menos querido por sus padres el niño, que su hermano o hermana, se portará mal para tratar de llamar la atención de sus padres.
Desafortunadamente, ese mal comportamiento y la búsqueda de atención sólo hace que la brecha entre padres e hijos aumente aún más.