Navidad es sinónimo de villancicos, langostinos, polvorones, peladillas... y turrones. Cada país tiene sus propias costumbres en lo que a gastronomía navideña se refiere, incluyendo por supuesto el momento sagrado del postre: en el caso de España, este bocado dulce, en todas sus variantes, se ha convertido en un básico presente en casi todas las mesas que nos tienta durante todo el mes de diciembre y parte del de enero. ¿Qué tipos de turrón existen? ¿Cuántos tipos de turrones hay y de dónde vienen?
El turrón es siempre uno de los grandes protagonistas de la sección de alimentación navideña de cualquier supermercado: las variedades clásicas de este dulce se unen a otras recetas más innovadoras, como es el caso del turrón con patatas fritas que firma este año el chef Albert Adrià.
Sin embargo, la realidad es que, desde un punto de vista muy purista (e incluso legal), turrón solo hay uno: es "la masa obtenida por cocción de miel y azúcares con o sin clara de huevo o albúmina, con incorporación posterior y amasado de almendras tostadas, peladas o con piel". La miel podrá ser sustituida total o parcialmente por azúcares en sus distintas clases y derivados, tal y como recoge el Real Decreto 1787/1982, de 14 de mayo, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la elaboración y venta de turrones y mazapanes.
Otra cosa (lo que comúnmente llamamos ‘turrón' de forma genérica) son los “turrones diversos”, que también se definen en este Real Decreto: se consideran turrones diversos a "las masas obtenidas por amasado, con o sin cocción, de almendras que podrán sustituirse total o parcialmente por cualquier otro fruto seco, pelado o con piel, crudo o tostado y otras materias básicas e ingredientes señalados en el punto 6.3 con miel y/o azúcares en sus distintas clases y derivados".
Si nos vamos al artículo 6.3, vemos que las materias básicas e ingredientes que, de forma genérica, pueden usarse durante la elaboración de turrones y mazapanes, son almendras, avellanas, nueces, piñones, anacardo, pistacho, otros frutos secos, cacahuete, coco, manteca de cacao, cacao, café, leche o nata (fresca, concentrada, condensada evaporada o en polvo), yema de huevo y frutas trituradas incorporadas a la masa.
El resto de ingredientes utilizados para la elaboración de turrón y mazapán y a los que se puede aplicar el calificativo de materias primas son agua potable, miel, azúcares en sus distintas clases y derivados, clara de huevo (fresca, congelada o en polvo), gelatinas alimenticias, grasas comestibles, féculas y harinas alimenticias, arroz hinchado, trigo hinchado, maíz hinchado, obleas, especias y alimentos estimulantes, licores, proteínas vegetales, limón, naranja u otros frutos (frescos, enteros o sus partes o extractos y aromas), así como los aditivos.
Esto significa que el turrón auténtico solo lleva miel, azúcar, clara de huevo y almendras: ni chocolate, ni otros frutos secos, ni nada que se salga de esta lista estricta de ingredientes. Eso sí, nada impide crear preparados de corte similar y, de hecho, cada año aparecen nuevas recetas que invaden los supermercados de nuestro país.
En cuanto al origen del turrón en su fórmula básica, éste existía ya en la época árabe, y la primera referencia a él la encontramos en el siglo XV.
Los tipos de turrón (es decir, turrón auténtico) que podemos encontrar, son únicamente son dos y, aunque resulten tan distintos entre sí, los ingredientes que se utilizan en su elaboración son exactamente los mismos: