Si eres más de naturaleza que de edificios, y más de senderismo que de turismo cómodo, seguramente conoces más que de sobra los Picos de Europa. Sin embargo, de las muchísimas personas que han estado, pocas han estado así: en globo aeroestático. Una expedición de los 90 ha vuelto esta semana a Asturias con el fin de enseñarnos la belleza del relieve del norte de España a vista de pájaro. ¡Dale al play!
Los Picos de Europa son toda una joya de la Cordillera Cantábrica. Jorge Iglesias, gerente de Volar en Asturias, la empresa que está llevando a cabo esta experiencia desde el cielo, tenía 12 años cuando su padre le llevó por los aires asturianos, le ha contado a 'La Nueva España'. Ahora quiere que otros sientan lo que él sintió entonces.
La primera vez en globo impresiona. La respiración se complica por la reducción de oxígeno y los mareos son más que probables. Pero compensa. El mar luce blanco a 4.000 metros de altura entre las nubes bajas. El sol refleja la silueta de la montaña y es fácil ponerle nombre al relieve.
La Garganta del río Cares, el pico Naranjo de Bulnes… Durante la aventura los pilotos sobrevuelan 70 kilómetros de Parque Nacional hasta aterrizar en Palencia. Los afortunados que han subido a bordo de los globos describen la experiencia en tres palabras: "Paz, tranquilidad, sosiego". Ahí arriba no hay cobertura, ni ruido. Tan sólo el ladrido de los perros al acercarte a tierra, eso sí.
Sin duda un viaje recomendable de 4 horas que ayudará a potenciar el turismo asturiano de la manera más original y reforzará el amor que los paisanos sienten por su tierra.