Normativa aplicable en la recogida de setas

  • La normativa sobre recogida de setas tiene carácter local y suele variar cada año

  • Antes de preparar tu salida, deberás consultar al espacio específico al que vayas a acudir

La temporada de setas es una de las fechas más esperadas para los amantes de estos manjares que, afortunadamente, brotan año tras año en nuestros bosques gracias a las específicas condiciones de humedad y temperatura del otoño. Existen infinidad de zonas para la recolecta de setas en España donde es posible, además, aprender sobre ellas, conocer cuáles son comestibles y cuáles no... así como obtener información sobre la mejor forma de recogerlas y almacenarlas, teniendo en cuenta también la importancia de su conservación. Eso sí, es importante tener en cuenta que debemos respetar la normativa aplicable en cada una de estas zonas, teniendo presente que ésta dependerá de la comunidad autónoma en la que nos encontremos. ¿Cuál es la normativa aplicable en la recogida de setas y cómo cumplirla para evitar problemas?

Cómo conocer la normativa a aplicable a la recogida de setas

Cada año las circunstancias climáticas marcan la pauta acerca de mejor momento para recolectar setas, si bien existen ciertos lugares especialmente indicados para ello. Por eso suelen crearse zonas habilitadas específicamente para la recolecta de setas, donde, además, podemos encontrar desde museos hasta puntos de información relacionados con el arte de la micología.

En este sentido, es importante tener en cuenta que cada una de estas zonas marcará sus propias reglas a la hora de regular esta actividad. Del mismo modo, debemos saber que la normativa sobre recolecta de setas depende principalmente de las comunidades autónomas, y que cada una de ellas cuenta con sus propios textos legales (normalmente se trata de ordenanzas) al respecto, independientemente de las reglas específicas de menor rango que se diseñen para cada espacio de recolección dentro de los límites geográficos de una autonomía.

Además, es posible que las distintas ordenanzas se actualicen cada año en función de distintos factores, creando, entre otras cosas, límites de recolecta por persona, así como demarcando en qué zonas es posible el acceso y bajo qué condiciones (por ejemplo, a veces es necesario el pago de una tasa). Esta forma de actuar tiene sentido si tenemos en cuenta que la cantidad de setas puede variar cada año, así como las condiciones meteorológicas, los posibles peligros asociados a la recolección... Por tanto, es necesario dotar a este tipo de normas de cierta flexibilidad y adaptarlas a la realidad del momento.

Por eso, antes de planear tu escapada, es importante consultar las condiciones de tu zona concreta: podrás hacerlo fácilmente consultando la página web del Ayuntamiento correspondiente o buscando en Internet la normativa específica sobre la zona a la que vayas a acudir. Otra forma de consultar las condiciones de recolecta es ponerte en contacto con la administración de la zona de recolecta y solicitarles su normativa, así como consultar si es necesaria reserva, pago de tasa, etc. antes de acceder.

En general, además, las distintas web de gobiernos autonómicos recogen los textos completos en los que se detallan las reglas cada temporada, que a veces inciden también en cómo debemos recolectarlas: usando navaja, almacenándolas en una cesta para favorecer la caída de esporas al suelo que darán lugar a nuevos ejemplares en el futuro...