Imagina por un segundo la sensación de libertad que tiene que ser vivir sin las ataduras de un horario, sin preocuparnos si llegamos tarde o no, sin tener que consultar frecuentemente el reloj como la guía que nos marca constantemente qué hacer y cuándo. Así es exactamente como viven en Sommaroy, una peculiar isla de Noruega en la que decidieron parar el tiempo y vivir libres de relojes.
Sommaroy, escrita realmente como Sommarøy y que significa “isla de verano” en su idioma, es una isla noruega localizada en el Círculo Polar Ártico que tiene la peculiaridad de ser conocida como la primera “zona libre de tiempo” de nuestro planeta. No es demasiado complicado llegar a este lugar tan recóndito, pues se encuentra a solo una hora en coche del aeropuerto de Tromsø y es tan pequeña que puedes recorrer los límites de la isla en un par de horas.
Las primeras familias se establecieron en la década de 1830 como pescadores y comerciantes. Hoy en día, Sommaroy, con sus más de 300 habitantes, es una de las comunidades pesqueras más importantes de la región, con una generación joven que mezcla la contemporaneidad con el antiguo legado de las tradiciones costeras.
Junto con la pesca, el turismo es una parte importante de la economía de Sommaroy. Quienes han visitado esta isla aseguran que los lugareños son agradables, tranquilos y fáciles de tratar. Podrás pescar, hacer kayak en el mar o simplemente pasear y en poco tiempo te hacen sentir parte de esta pequeña comunidad.
La peculiar zona geográfica en la que se sitúa hace que durante unos 69 días al año se puedan vivir días interminables. El sol nunca está ni cerca de tocar el horizonte antes de volver a salir. Desde mediados de mayo hasta mediados de julio tienen alrededor de 24 horas de luz diurna. Además, al estar ubicados en el borde del mapa, tampoco hay nada que bloquee la vista lo que da lugar a unas postales estupendas en las que observar la luz del Ártico.
La otra cara de la moneda es el resto del año y sus noches eternas en el período que va desde finales de septiembre hasta finales de marzo, lo que también hace que esta región sea excelente para observar auroras boreales. Sommaroy tiene una ubicación atmosférica perfecta, lo que aumenta las posibilidades de observar estos fenómenos incluso cuando la actividad es baja. Al estar prácticamente fuera del mapa, y en una zona oscura, también significa que la contaminación lumínica es baja, lo que aumenta las posibilidades de ver las auroras de una manera espectacular.
La suma condiciones de Sommaroy convierten a esta isla en un paraíso en el que es fácil olvidar el tiempo cuando estás allí, pero sus habitantes han decidido llevar esto un paso más allá y convertir a Sommaroy en un lugar en el que el tiempo sea una variable que no tenga el mismo peso que en el resto el mundo.
Ser la primera “zona libre de tiempo” del mundo no solamente es un gran reclamo para el turismo, sino que es una realidad surgida de la iniciativa de sus habitantes. En lugares como este, con días y noches seguidas unas de otras, el concepto del tiempo no es acorde con las condiciones de luz y oscuridad que hay en ellas.
Los días sin noche en verano y las noches sin días en invierno hicieron tomar una medida radical desde nuestro prisma, pero de lo más acertada para quienes allí habitan: que cada uno adapte su rutina al horario que más le interese.“Nuestro objetivo es brindar una flexibilidad total 24 horas al día y 7 días a la semana. Si quieres cortar el césped a las 4 de la mañana, puedes hacerlo”, explicaba en su momento Kjell Ove Hveding, uno de los principales promotores de esta idea y líder de la campaña, al canal público noruego NRK.
Teniendo en cuenta que uno de los factores que influyen en nuestra salud mental y pueden derivar en depresión son las horas de sol al día, lo que hace que los inviernos del hemisferio norte supongan un repunte de estas afecciones, tratar de compensar las noches eternas con una mayor flexibilidad en las ataduras que suponen las horas, es otro de los grandes elementos por los que esta iniciativa acabó imponiéndose en la zona.
“En todo el mundo, las personas sufren de estrés y depresión. Esto puede estar relacionado con la sensación de estar atrapados por lo que dicta el reloj. Ser una zona libre de tiempo nos hará vivir la vida al máximo”. Sin duda, es un argumento que tener en cuenta para hacer una escapada a este destino y comprobar lo bien que se debe sentir cualquiera libre de horarios y agobios relacionados con la hora que marca el reloj.