La ruta por escenarios de la Primera Guerra Mundial que se recorre esquiando

En los Alpes italianos se puede vivir una experiencia única que une historia y deporte, se trata de una ruta de esquí que atraviesa varios escenarios que fueron icónicos durante la Primera Guerra Mundial. Conocida como la Gran Guerra, este conflicto dejó huellas imborrables en esta región italiana, en la que hoy en día, gracias a los trabajos de preservación, es posible conocer su historia mientras se disfruta de las impresionantes Dolomitas.

Este recorrido no solo permite deleitarse con algunos de los paisajes más impresionantes del mundo, sino que a la vez, se puede descubrir la historia que hay detrás de uno de los conflictos más importantes y devastadores de la historia actual.

La ruta de la Primera Guerra Mundial

Esta ruta de esquí es un recorrido circular que se extiende por los Alpes Dolomitas, por la región de Veneto y Trentino-Alto Adige, en Italia. En ella se permite a los esquiadores explorar algunos de los antiguos frentes de batalla donde las tropas austrohúngaras y las italianas combatieron entre 1915 y 1918.

Este trayecto conecta varios puntos históricos y estaciones de esquí, como Arabba, Lagazuoi, Cinque Torri y Cortina d’Ampezzo, una de las zonas de esquí más prestigiosas del mundo, Durante esta ruta, se pueden ver restos de trincheras, túneles que recorrieron, fortificaciones y otros vestigios que han sido muy bien preservados para que queden como testimonio de lo que una vez sucedió.

Dicha ruta se puede hacer un solo día, eso sí, se ha de tener experiencia esquiando. Muchos turistas prefieren dividirla en dos días para poder disfrutar tanto del deporte como de la ruta.

Este recorrido comienza en Arabba, un pueblo de montaña encantador que está situado en el corazón de los Dolomitas. Desde este punto, los esquiadores ascienden hasta el Passo Falzarego, una zona que fue clave durante la Primera Guerra Mundial. Se trataba de un importante punto estratégico, donde todavía se pueden ver los restos de los teleféricos militares y las posiciones fortificadas que fueron usadas por ambos bandos. El fuerte Tre Sassi, que se encuentra en este área, fue una histórica fortaleza construida por los austrohúngaros durante ésta época de conflicto y actualmente es un museo.

Continuando el recorrido, se llega al Monte Lagazuoi, que constituye una de las principales atracciones de la ruta. Desde este pico se pueden disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes. En la cima del Piccolo Lagazuoi se puede ver el emplazamiento austriaco Feldwache 4, se trata de un túnel excavado en la ropa por los soldados del bando contrario desde el cual vigilaban y defendían la colina de los ataques que pudieran efectuar los italianos.

El Monte Lagazuoi fue escenario de fuertes combates, en él se construyeron una red de túneles y galerías excavadas en la roca las cuales hoy en día se las conoce como la Galleria Lagazuoi, un museo al aire libre donde se pueden observar estas estructuras que sirvieron tanto como refugio como punto de ataque durante la Gran Guerra. Actualmente se pueden visitar sin problema con un guía que, además, podrá profundizar en la historia que tienen estas galerías mientras se camina por ellas.

En este punto, los esquiadores tienen la oportunidad de descender por una de las pistas más largas y emocionantes que se pueden encontrar en esta región italiana, la cual está rodeada por unos paisajes alpinos que parecen de cuento.

El siguiente punto a visitar es el área de Cinque Torri. Esta zona es famosa por sus formidables formaciones rocosas, además, durante la Primera Guerra Mundial fue un importante puesto de observación para las tropas italianas. De hecho, hoy en día se pueden visitar las trincheras que han sido cuidadosamente restauradas. Aquí es donde se encuentra el Museo al aire libre de la Primera Guerra Mundial.

Para finalizar esta ruta, hay que llegar a Cortina d’Ampezzo, una ciudad que es conocida por su papel como sede en los Juegos Olímpicos de Invierno en 1956. Cerca de la misma hay varios conjuntos de refugios, hoteles, restaurantes y también los teleféricos de Lagazuoi y Cinque Torri.

En esta ciudad es el lugar ideal para terminar esta ruta, ya que se puede disfrutar de su gastronomía local y también, relajarse paseando por sus pintorescas calles después de una ruta como esta.

Consejos prácticos para antes de comenzar la ruta

Antes de escoger unas fechas para recorrer estos lugares históricos, hay que tener en cuenta que la mejor época para poder disfrutar al máximo de esta ruta es durante los meses entre diciembre y marzo, ya que es cuando la nieve está en su punto óptimo y se puede disfrutar mucho del esquí.

Además, es muy recomendable contar con el Dolomiti Superski Pass, ya que ofrece acceso a todas las estaciones de esquí de la zona.

Esta ruta no requiere habilidades avanzadas de esquí, pero sí que es importante contar con una condición física adecuada para poder disfrutar del trayecto. Evidentemente, hay que tener en cuenta que es una ruta entre montañas nevadas, por lo que hay que ir bien abrigado por capas y con un equipo de esquí en buen estado.