La función de un puente es facilitar el camino desde un punto a otro, pero esa sencilla tarea también puede hacerse de una manera impresionante. El límite para el diseño de estas estructuras está en la mente humana, que ha sido capaz de diseñar puentes prácticos, pero que en algunas ocasiones vale la pena atravesarlos por el mero placer de hacerlo, de poder verlos desde todos los puntos de vista.
A menudo al visitar un lugar nos centramos en sus museos o en las calles que podemos recorrer, la naturaleza que los rodea y embellece, pero estas construcciones son también otra forma de arte, que a menudo dejamos pasar por centrarnos más en su lado más funcional. Sin embargo, hay ocasiones, como sucede con estos puentes, en las que ambos elementos se unen y no podemos no admirarlos. Puentes creados para unir, pero también para deslumbrar.
Puede que visitar estos puentes no sea motivo suficiente para viajar a estos lugares, aunque para algunas personas seguro que lo es, pero si ya los tienes en tu lista no dudes en añadirlos como punto imprescindible para visitar, porque merece la pena.
Golden Gate, San Francisco. Este es uno de los puentes más famosos y se terminó de construir en 1937. Su diseño de estilo art déco es obra del arquitecto Irving Morrow.
Viaducto de Millau, Francia. Se le considera el puente más alto del mundo porque se eleva a 342 metros de altura. Atraviesa el valle del río Tarn, en el sur de Francia.
Puente de Brooklyn, Nueva York. Conecta Manhattan y Brooklyn y para demostrar que era seguro, hicieron desfilar una manada de elefantes por encima.
Puente de Rialto, Venecia. Es el puente más antiguo de todos los que hay en Venecia y también el primero, una estructura del siglo XV, obra de Antonio da Ponte.
Evergreen Point, Seattle. Es uno de los puentes flotantes más largos del mundo, con más de dos kilómetros sobre el lago Washington y cinco carriles. Se sostiene sobre pontones de hormigón, cuyo peso (sumado al de la estructura) es igual al del agua desplazada, lo que le permite flotar.
The Helix, Singapur. Inspirado en la forma del ADN, este puente peatonal cuenta con cinco plataformas que son puntos de observación. Es todo un espectáculo visual.
Tower Bridge, Londres. Este es un puente colgante y basculante, que puede subir y bajar para permitir el paso de barcos.
Puente de Carlos, Praga. Cruza el río Moldava y su construcción finalizó a principios del siglo XIV, un diseño gótico con 16 arcos y 30 estatuas decorativas.
Puente Alto, Ámsterdam. Popularmente, se le conoce como Puente Pitón, en acero de color rojo, se terminó de construir en 2001. De diseño ondulado, es solo para peatones.
Puente Ruyi, Zhejiang (China). Es un puente peatonal en forma de cinta que se ha convertido en atracción turística que parece desafiar las leyes de la física.
Golden Bridge, Vietnam. Las manos que parecen sujetar esta estructura dorada son meramente decorativas, pero le añaden un toque especial. Forma parte del complejo turístico de Bà Nà Hills.