Nuestras series preferidas nos abren puertas a historias nuevas y diferentes que nos encantan, sus personajes nos conquistan y nos inspiran, pero en muchas ocasiones también lo hacen los lugares que escogen para grabarlas. Así ha sucedido, por ejemplo, con las localizaciones empleadas en series como Juego de Tronos o en películas como las de la saga de Harry Potter.
Algunas personas todavía buscan la mítica puerta azul de Notting Hill o la cafetería parisina en la que trabajaba Amelie Poulain. Referentes de producciones del pasado a los que no les importa seguir sumando lugares emblemáticos a la lista, una que se ha ampliado con la estación de esquí de Emily en París, una serie llena de moda y también de lugares que merece la pena visitar. Quienes viajen a París podrán ver y tomar algo en La Boulangerie Moderne o el Café de Flore, pero los amantes del esquí tienen una nueva cita obligada.
En el corazón de los Alpes se encuentra la estación de esquí de Megève, donde la protagonista de la serie viaja, cambiando radicalmente de escenario. Este lugar parece haber seducido a los seguidores de la serie, que están encantados de poder añadir una parada más en sus rutas por las localizaciones de la serie, pero también de hacerlo en un lugar que les permite disfrutar de la naturaleza y este deporte de invierno a partes iguales.
Este resort se encuentra en el pueblo del mismo nombre, que también ha sido retratado en la serie, todo un paraíso para los amantes de los deportes de invierno, que pueden disfrutar de sus pistas durante la temporada de nieve. El origen de este lugar nos remonta al año 1921, cuando la baronesa Noémie de Rothschild construyó esta estación para que la aristocracia pudiera disfrutar del deporte a la vez que se quedaban hipnotizados por la belleza del lugar, alejados de todo lo demás.
Con el paso del tiempo se han ido ampliando las zonas de esquí hasta alcanzar los 400 kilómetros de pistas, que se extienden a lo largo de cuatro macizos. Tiene también siete zonas de ocio, 110 remontes y 232 pistas de esquí alpino. Las instalaciones están pensadas para disfrutar la experiencia al máximo y por eso tienen todo tipo de comodidades, pensando en el bienestar y confort de los visitantes, que tendrán todo lo que desean al alcance de su mano.
Quienes no quieran esquiar tienen también la posibilidad de recorrer los senderos de la zona disfrutando de las impresionantes vistas y, por supuesto, también está la opción de acudir al pueblo para visitarlo y poder admirar su belleza. Megève es un auténtico pueblo alpino donde se puede vivir y apreciar el estilo de vida francés. Además, si quieres ver los lugares por los que ha pasado Emily, no puedes dejar de visitar La Plaza de la Iglesia, El Muelle del Glapet, el mirador Mont d'Arbois o el restaurante Ideal 1850.