Las ciudades de España que tienen dos catedrales
La existencia de dos catedrales en una sola ciudad es una situación muy poco habitual
Nuestras geografía da cabida a seis ciudades españolas que cuentan con dos catedrales
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España es un país con un rico patrimonio arquitectónico y cultural, y alberga algunas de las construcciones históricas más importantes de la humanidad. Por ejemplo, nos viene a la cabeza el acueducto de Segovia, sin ir más lejos. Sin embargo, hoy estamos aquí para hablar de otras magníficas construcciones, las catedrales.
Normalmente suele haber tan solo una catedral por ciudad, ya que estos templos son “la iglesia principal de una ciudad en la que el obispo o su cabildo, tiene su sede o cátedra.” Sin embargo, nuestra geografía da cabida a seis ciudades españolas que cuentan con dos catedrales, teniendo cada una con su propia historia y su significado arquitectónico característico.
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Salamanca
Salamanca es famosa no solo por su universidad, sino también por sus dos catedrales: la Catedral Vieja y la Catedral Nueva, que en la práctica conviven como un solo templo. La Catedral Vieja, construida entre los siglos XII y XIII, es un magnífico ejemplo de la arquitectura románica con influencias góticas. La Catedral Nueva, iniciada siglos después porque el templo antiguo se quedaba pequeño, comenzó su construcción en el siglo XVI - en el año 1513 en concreto-, y no fue terminada hasta el XVIII. La idea original era demoler la catedral vieja cuando se terminara la nueva, pero finalmente este plan no se llevó a cabo.
Zaragoza
Zaragoza destaca por ser la única ciudad en el mundo que cuenta con dos catedrales activas e independientes: El Pilar y La Seo. La Basílica del Pilar, uno de los centros marianos más importantes, comenzó a construirse en el siglo XVII y es famosa por sus impresionantes cúpulas y torres, y en su terreno se levantaba anteriormente una iglesia. Por otro lado, La Seo, o Catedral del Salvador, fue la primera catedral de la ciudad, y comenzó su construcción en el siglo XII sobre los cimientos de una antigua mezquita y presenta una mezcla de estilos desde el románico hasta el barroco.
Originalmente cada una tenía su propio cabildo, lo que generó ciertas tensiones. Sin embargo actualmente ambas catedrales comparten el mismo cabildo, y cada 1 de abril pasa de una a otra.
Vitoria
En Vitoria, encontramos la Catedral de Santa María, conocida también como la Catedral Vieja, y la Catedral de María Inmaculada, o Catedral Nueva. La Catedral Vieja, parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, data del siglo XIII y fue originalmente diseñada como iglesia-fortaleza. Además resulta que inspiró a Ken Follet para la segunda parte de Los Pilares de la Tierra. La Catedral Nueva, de estilo neogótico, fue construida en el siglo XX y es un ejemplo del desarrollo arquitectónico moderno de la ciudad, siendo una de las catedrales españolas más ‘nuevas’ que podemos disfrutar en la actualidad.
Cádiz
Cádiz alberga la Catedral Vieja, o iglesia de Santa Cruz, construida en el siglo XIII sobre una antigua mezquita, y la Catedral Nueva, situada a orilla del mar, cuya construcción comenzó en 1722 y terminó en el año 1838. La Catedral Nueva es notable por su diseño barroco y elementos neoclásicos, proporcionando un contraste arquitectónico significativo con la mucho más antigua Catedral Vieja, que es menos ostentosa, hasta el punto de que eso fue lo que decidió que Cádiz merecía una catedral más esplendorosa.
Lleida
La catedral antigua, La Seu Vella, está colocada en un cerro que domina la ciudad, y fue construida entre los siglos XIII y XV. Su localización ha hecho que se haya utilizado con propósitos militares en distintos periodos. Este hecho hizo que se construyera una nueva catedral, la Seu Nova, que se construyó en tan solo 20 años, quedando terminada en el año 1781, y estando situada en el centro urbano.
Plasencia
Aunque no se trata de una capital de provincia, Plasencia también tiene dos catedrales y ambas están dedicadas a la Virgen María. La Catedral Vieja comenzó a construirse en el siglo XIII y presenta una mezcla de estilos románico y gótico. Conserva actualmente solo sus tres naves, ya que la cabecera y el crucero se perdieron con la construcción de la otra catedral. Y es que lo único que separa ambas construcciones es un muro adornado con un retablo.
La Catedral Nueva, que comenzó a construirse en el siglo XV, es más grande y estaba destinada a reemplazar a la Vieja, aunque nunca se completó del todo ya que le faltan las naves del cuerpo y parte de la fachada posterior.
Estas ciudades son fiel reflejo de la rica diversidad histórica y cultural de España a través de sus catedrales. Cada par de catedrales ofrece una vistazo único y diferente al pasado y muestra la evolución de los estilos arquitectónicos a lo largo de los siglos. La existencia de dos catedrales en una sola ciudad es una situación muy poco habitual, que destaca la importancia histórica y religiosa de estos lugares.