El cine ha pasado por muchas etapas a lo largo de sus casi ciento treinta años de historia, que se dice pronto. El cine mudo, la llegada del sonido, el blanco y negro y su paso a Technicolor, los efectos digitales, el motion capture… Pero también ha habido cambios en la forma de proyectar las películas. Ahí tenemos el 3D, que llegó a su cenit gracias a ‘Avatar’ de James Cameron. O las salas 4DX, herederas de los parques de atracciones, donde los asientos se mueven, te pueden lanzar agua, humo o incluso efectos especiales y lumínicos. Todo sea por mejorar la experiencia de los espectadores. Y precisamente tomando como base las salas de 4DX vamos a hablar del cine inmersivo, el cine como experiencia y que podría cambiar la industria tal y como la conocemos.
Según pasan los años, las nuevas generaciones necesitan cada vez más estímulos, más sentirse protagonistas de las historias que ven. Y, aunque la IA seguramente nos lleve tarde o temprano por ese camino, lo más cercano que tenemos ahora son esas proyecciones-experiencia de películas más antiguas, creando un entorno completo para disfrutar de lo que vemos primero en la pantalla. Hace algunos años se hizo viral cómo un pueblo de Texas organizaba todos los veranos una proyección de ‘Tiburón’… dentro de una enorme piscina. Es decir, los espectadores, en vez de estar sentados en butacas, están sobre flotadores en el agua. Repito: viendo ‘Tiburón’. La sugestión es inevitable. ¿Vamos acaso encaminados a ese tipo de cine-experiencia? ¿El mundo del cine necesita dar algo más a unos espectadores que empiezan a preferir ver las películas en la comodidad de su casa?
Tenemos que ir hacia atrás varias décadas para encontrar una de esas primeras experiencias colectivas en un cine. Con la película de culto ‘The Rocky Horror Picture Show’, el público se convierte en un protagonista más, y todos tienen que participar con ciertos elementos que aparecen en la película. Desde guantes de látex hasta cubrirse con un periódico en una escena de lluvia. Mientras, actores externos replican varios de los números musicales delante de la pantalla. Un evento que dura hasta nuestros días. Y, en los últimos años, este tipo de implicación por parte de la audiencia se está replicando a pasos agigantados. No en vano, hace unos meses salió la noticia de una sala de cine en la que el público comía y bebía todo lo que apareciese en la película. Si los protagonistas pedían un batido, te servían un batido. ¿El precio? Rondaba entre los 80 y 90 euros la entrada. Habría sido divertido si hubieran proyectado ‘Wonka’. Porque además sirven todo con el mismo embalaje que aparece en pantalla. Cuidado hasta el más mínimo detalle.
Pero no es la única, porque en España lleva haciéndose ya desde hace tiempo. La película de zombies española ‘Malnazidos’ proyectó un pase especial que, al terminar, te sumergía en un survival en un centro comercial, huyendo hasta el amanecer de zombies sedientos de sangre. También la plataforma FEVER organizó algo similar con ‘Desafío total’, el clásico de ciencia ficción de Arnold Schwarzenegger. Tras la proyección de la película, con alguna escena recreada por actores delante de la pantalla, el público acababa en Marte. Literalmente. La organización les transportaba al puerto espacial de entrada al planeta rojo y cada grupo tenía diferentes misiones. O unirse a la resistencia, o aplastarla. ¡Había hasta cárcel! Una experiencia inmersiva como pocas.
Incluso ‘Mamma Mía!’ Tiene la suya propia. Pero no está en Grecia, sorprendentemente, sino en Londres. Llamada ‘Mamma Mia! The Party’, cenarás en un enorme local totalmente tematizado como la isla de la película, mientras actores cantan todos los temas de la película mientras devoras un menú de comida griega. Y ojo, porque cuando termina la cena, es hora de bailar. Aunque esto podría ser más una cena-espectáculo que una experiencia de cine inmersivo (por ahora no se proyecta la película), sigue teniendo el mismo espíritu. Además de encontrar la empresa Secret Cinema, que organiza pases temáticos (muy logrados) de películas como ‘Grease’ o series como ‘Stranger Things’ o ‘Arcane’.
Pero si hay una herramienta que ayuda a esa inmersión sensorial, es desde luego la Realidad Virtual. El siguiente gran paso que todavía no acaba de darse para que los espectadores se sumerjan por completo en la historia. ‘Los Simpson’ lo probó con alguno de sus capítulos, pero es una tecnología que no acaba de despegar del todo. Aunque este año un gran festival como el de Cannes ha incluido un apartado a competición de Cine Inmersivo. “Las ocho piezas a concurso utilizan la realidad virtual, la realidad aumentada y otras tecnologías de vanguardia para trascender la narración convencional y transportar al público a otros mundos, narrativas y épocas”, según rezó el festival.
No fue el primero, ya que Venecia lleva desde 2017 liderando ese apartado con su Venice Inmersive. Aún son formas de presentar historias que están, literalmente, en pañales. Porque exigen demasiado del usuario medio, e implican que solo puedas disfrutarles con ciertas herramientas, por lo que no es viable para verlo en la comodidad de tu casa. Pero es cierto que las cosas están cambiando, y es algo que ya avisaron George Lucas o Steven Spielberg, los dos grandes padres del blockbuster y del cine espectáculo. ¿Quedarán las salas de cine relegadas solo para este tipo de cine, y las películas medias e independientes para las plataformas de streaming? El cambio aún no se ha dado, y ahí tenemos ejemplos como los de ‘Pobres criaturas’, o el cine de terror, que sigue manteniéndose firme en taquilla. Si bien es cierto que los espectadores (y sobre todo los de la nueva generación), cada vez exigen más.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.