¿Por qué el jetlag es peor viajando hacia el este?

El fenómeno del jetlag, conocido científicamente como desincronización circadiana, se presenta cuando el reloj biológico interno de una persona se desajusta al cruzar rápidamente múltiples zonas horarias. Este desajuste provoca síntomas como insomnio, fatiga, dificultad para concentrarse y malestar general. Aunque el jetlag puede ocurrir en cualquier dirección que estemos viajando, lo cierto es que se ha observado consistentemente que es peor al viajar hacia el este. Por supuesto, este fenómeno tiene un explicación lógica bastante sencilla de entender.

El reloj biológico y la dirección del viaje

El reloj biológico humano, o ritmo circadiano, sigue un ciclo natural que, en ausencia de señales externas, es ligeramente superior a 24 horas, aproximadamente 24,5 horas. Este reloj interno se adapta mejor a la extensión del día que a su acortamiento. Por esta razón, es más fácil para nuestro cuerpo adaptarse al viaje hacia el oeste, ya que se suman horas y nuestro día de viaje se alargan, en lugar de al este, donde ocurre lo contrario y se restan horas al día.

Cuando viajamos hacia el oeste, el reloj biológico puede soportar esas horas extra de vigilia más fácilmente, lo que se traduce en que podemos irnos a dormir más tarde y despertar más tarde, ajustándonos de esta manera mejor a la nueva zona horaria. En contraste, al viajar hacia el este, el reloj biológico necesita "adelantarse", es decir, debemos irnos a dormir y despertar más temprano, lo cual es más difícil para nuestro sistema circadiano.

La fisiología del ritmo circadiano

La dificultad de ajuste del reloj biológico al viajar hacia el este se debe a la función de las células osciladoras neuronales en el cerebro. Estas células actúan como los marcapasos del ritmo circadiano, sincronizando nuestro ciclo de sueño-vigilia con las señales externas, que es principalmente la luz del día. Sin embargo, estas células no funcionan en un ciclo perfecto de 24 horas, sino que tienden a una duración un poco mayor, lo que facilita la extensión del día pero complica su acortamiento.

Un estudio publicado en la revista Chaos demostró que este desajuste se incrementa con el número de zonas horarias cruzadas. Los investigadores encontraron que, tras cruzar tres zonas horarias hacia el este, el cuerpo necesita más de cuatro días para reajustarse completamente, mientras que el ajuste al mismo número de zonas horarias hacia el oeste requiere menos de tres días.

Además del ciclo natural del reloj biológico, los factores externos como la exposición a la luz también juegan un papel crucial en el ajuste del ritmo circadiano. La luz solar es el principal sincronizador del reloj biológico, y su exposición adecuada puede ayudar a reducir el jetlag. Al viajar hacia el este, es recomendable exponerse a la luz de la mañana y evitar la luz brillante en la tarde y noche para facilitar el adelanto del reloj biológico.

Consejos para reducir el jetlag

Para minimizar los efectos del jetlag al viajar hacia el este se pueden seguir algunas estrategias prácticas:

  • Ajustar gradualmente nuestro horario: Antes de comenzar el viaje, empieza a modificar el horario de sueño, acostándote y levantándote una o dos horas antes cada día en función de lo lejos que vayas a viajar.
  • Exposición a la luz: Al llegar a tu destino, maximiza la exposición a la luz solar durante las mañanas y evita la luz artificial en la medida de lo posible durante la tarde y la noche.
  • Evitar la ingesta de cafeína y el alcohol: Las bebidas que los incluyan pueden interferir con el sueño y empeorar los síntomas del jetlag durante el viaje.
  • Mantener una rutina de sueño estable: Intentar seguir una rutina de sueño regular en la nueva zona horaria en la medida de lo posible, tanto para acostarnos, como a la hora de levantarnos.

El jetlag es una experiencia tan común, como desafiante tanto para viajeros frecuentes, como para aquellos que no lo son tanto, independientemente del destino al que se estén dirigiendo. Sin embargo, es cierto que resulta más acusado especialmente cuando se viaja hacia el este. Esta dificultad adicional se debe a la estructura y funcionamiento del reloj biológico humano, que encuentra más complicado acortar el ciclo de sueño-vigilia que extenderlo, que es lo que hacemos al viajar en esta última dirección. Comprender completamente las razones detrás de este fenómeno y aplicar estrategias prácticas efectivas para superarlo puede ayudar a mitigar los efectos del jetlag y, con ello, conseguir mejorar la experiencia de nuestro viaje.