Los castillos son el símbolo arquitectónico de la Edad Media sin lugar a dudas, pues fue durante esos diez siglos cuando más fortificaciones de este estilo se construyeron no solo en España, sino por toda Europa. Bien es cierto que antes y después también fueron bastiones defensivos, pero durante el medievo evocan asedios y batallas. Y si hay un lugar en nuestro país donde hubo una especial actividad bélica durante la Baja Edad Media, ese fue Andalucía.
En las ocho provincias andaluzas podemos encontrar impresionantes construcciones defensivas tanto de origen musulmán como cristiano. Hay ocasiones en las que las segundas reemplazaron a las primeras y otras en las que fueron los conquistadores llegados desde el norte de África quienes aprovecharon edificaciones anteriores para elevar sus fortalezas. Así pues, para los amantes de la historia y, sobre todo, de la Edad Media, apuntamos cuáles son los castillos más bonitos de Andalucía.
Cabe señalar que una ruta por los castillos de Andalucía puede llevar mucho tiempo, ya que se trata de una comunidad autónoma extensa, de modo que apuntaremos los más destacados.
Alcazaba de la Alhambra (Granada). Granada fue el último bastión musulmán en ser tomado por los reyes cristianos. En 1492, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón derrotaron a Boabdil, que les dio las llaves de la ciudad y, de paso, de la maravillosa Alhambra, un conjunto arquitectónico en el que está integrada la Alcazaba, una parte cuyo cometido era la defensa militar y cuya construcción dista de los lujos propios de los palacios.
Alcazaba y castillo de Gibralfaro (Málaga). En el cerro de Gibralfaro de la capital de la Costa del Sol se levanta este recinto fortificado de indudable belleza y desde donde se tienen unas excelentes vistas de la ciudad. El nombre de alcazaba proviene del árabe y significa ciudadela fortificada, de modo que se puede considerar un castillo. La parte más antigua de la Alcazaba de Málaga fue construida en el siglo XI y se erigió sobre las antiguas fortificaciones romanas y fenicias. Y es que Málaga es una de las ciudades más antiguas de Europa.
Castillo de Almodóvar (Córdoba). Esta fortificación de origen andalusí que se erigió sobre un antiguo castro romano es una de las más bonitas y mejor cuidadas no solo de Andalucía, sino de toda España. No en vano, en ella se llevan a cabo grabaciones cinematográficas (en la serie “Juego de tronos” representa la fortaleza de Altojardín, perteneciente a la familia Tyrell). Las nueve torres que lo forman fueron conquistadas por Fernando III, pasando a formar parte del reino de Castilla.
Castillo de Santa Catalina (Jaén). Desde las alturas, este castillo medieval de construcción cristiana vigila la ciudad de Jaén y sus cercanos olivares. Ya en tiempos inmemoriales, las fortalezas se construían en las zonas más elevadas, pues era más fácil defenderlas. Por eso, en esta localización se levantaron antes construcciones íberas y árabes. Pero fue con la conquista de Fernando III cuando se decidió levantar un castillo nuevo que después culminarían Alfonso X y Fernando IV.
Castillo de La Iruela (Jaén). En la provincia de los olivares también se levanta esta construcción espectacular sobre un peñasco conocido como el Picacho. De origen andalusí, después de la conquista cristiana fue reconstruido para seguir dominando desde las alturas el alto valle del Guadalquivir.
Castillo de Alcaudete (Jaén). Esta fortaleza también atesora una gran historia tras sus murallas pues pasó de manos cristianas a manos musulmanas y viceversa en varias ocasiones durante la Edad Media. Fue construido sobre antiguos recintos de defensa y no fue hasta la conquista de Fernando III cuando definitivamente quedó en territorios de la Corona de Castilla.
Castillo de Vélez-Blanco (Almería). Construida en la localidad de Vélez-Blanco por el Adelantado de Murcia, Pedro Fajardo y Chacón, esta edificación se encuentra en muy buenas condiciones y se la puede considerar uno de los castillos más bonitos de Andalucía. Eso sí, en este caso no es de origen medieval, sino que puede considerarse renacentista, lo que lo convierte en un castillo-palacio. Y es que la zona ya se encontraba totalmente apaciguada por los Reyes Católicos.
Castillo de Niebla (Huelva). Conocido como el Castillo de los Guzmanes por la familia que lo dominó durante mucho tiempo, este castillo se edificó sobre restos de construcciones anteriores. Eso sí, no tuvo demasiada suerte porque incluso sufrió un terremoto.