¿Qué puentes hay que cruzar al menos una vez en la vida?
Los puentes han sido protagonistas de la historia de la Humanidad por lo que han significado
Estos puentes destacan por su belleza, su importancia histórica y sus innovaciones tecnológicas
¿Te atreverías a cruzarlo? Portugal inaugura el puente colgante más largo del mundo
Los puentes han sido estructuras clave para el devenir de la humanidad, puesto que han facilitado el encuentro entre culturas y los intercambios comerciales. Y aún a día de hoy son esenciales para mejorar las comunicaciones de los seres humanos.
A lo largo de la historia se han construido y destruido numerosos puentes, pero hay algunos que han pasado a la posteridad o están en proceso de hacerlo por lo que significan, por su belleza o por haber significado una maravilla de la ingeniería. Todos ellos suelen ser atractivos turísticos que reciben numerosas visitas a lo largo del año. De hecho, si nos aventuramos a citar los puentes que hay que cruzar al menos una vez en la vida, la lista que nos sale es demasiado larga. No obstante, a continuación mencionamos algunos que han ganado fama mundial.
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Puente de la Torre de Londres (Reino Unido)
Comenzamos este periplo por los puentes más famosos de Europa y, por supuesto, debe incluirse uno de los más icónicos. Sobre el río Támesis a su paso por Londres se eleva esta joya arquitectónica y todo un símbolo para la ciudad. Cruzar el Puente de la Torre hacia la vieja fortaleza mientras los barcos navegan por debajo es una experiencia que merece la pena vivir cuando se viaja a la capital inglesa.
Puente de Carlos en Praga (República Checa)
El Puente de Carlos y las 30 estatuas barrocas que lo flanquean es un claro exponente de la belleza de la ciudad en la que se halla. Construido en el siglo XIV, recorrer esta majestuosa obra de ingeniería para cruzar el río Moldova es una de las paradas obligatorias cuando se visita Praga. Además, es una vía perfecta para dirigirse hacia el castillo que corona esta milenaria ciudad checa.
Puente de Rialto de Venecia (Italia)
No cabe duda de que el Puente de Rialto se debe recorrer alguna vez en la vida pues se halla en una ciudad mágica como Venecia, donde también se puede contemplar otro emblemático puente como es el de los Suspiros. El de Rialto se utiliza para salvar el Gran Canal desde que se construyera en el siglo XVI y su plasticidad sobre ese escenario incomparable está a prueba de dudas.
Puente de las Cadenas de Budapest (Hungría)
Todo un símbolo de una de las ciudades más monumentales de Europa, el Puente de las Cadenas une las dos partes que la forman: Buda y Pest. Y lo hace cruzando el eterno Danubio a lo largo de 375 metros que merece la pena recorrer a pie para comprobar la magnificencia de todo lo que nos rodea.
Golden Gate de San Francisco (Estados Unidos)
La importancia de Estados Unidos a nivel global durante el siglo XX ha provocado que algunas de sus construcciones no solo hayan aparecido numerosas veces en la gran pantalla, sino que además se hayan convertido en auténticos iconos de la primera potencia mundial. Este es el caso del Golden Gate, probablemente uno de los puentes más famosos del mundo gracias a la belleza de su estructura de color rojizo.
Catalogado como puente colgante y construido entre 1933 y 1937, es una de las grandes atracciones de la costa oeste estadounidense y, por lo tanto, uno de los puentes que cruzar al menos una vez en la vida.
Puente de Brooklyn de Nueva York (Estados Unidos)
Tan famoso como el anterior es el que comunica el distrito de Brooklyn con Manhattan en la ciudad de Nueva York. Protagonista de numerosas imágenes icónicas de la “ciudad que nunca duerme”, el puente de Brooklyn fue construido entre los años 1870 y 1883, convirtiéndose a partir de ese momento en el puente colgante más largo del mundo.
Puente de Zhangjiajie (China)
Mucho más moderna que las anteriores es esta construcción de vidrio transparente que se eleva en la región de Wulingyuan. No cabe duda de que el principal motivo de su construcción fue el reclamo turístico, pero eso no implica que no nos hallemos ante una de esas estructuras que pasarán a la posteridad gracias a sus 430 metros de longitud y los 260 metros que lo separan del suelo.
Más puentes
Estos son solo algunos de los puentes que hay que cruzar alguna vez en la vida por la relevancia que han tenido y siguen teniendo, aunque hay otros muchos que podrían formar parte de la lista como es el caso del Ponte Vecchio en Florencia (Italia), del Puente de Alejandro III en París (Francia), del Puente de la Capilla de Lucerna (Suiza) –el puente de madera más antiguo de Europa–, del Puente Vasco de Gama en Lisboa (Portugal), del Puente de la Bahía en Sidney (Australia), del Puente Helix en Singapur, del Puente Dorado de Da Nang en Vietnam, el cual está sujeto por dos manos de piedra gigantes, o del Puente Nuevo de Ronda (España) –en el famoso tajo–.