Destinos rurales para una escapada de otoño: de Soria a Patones

El otoño es la época perfecta para buscar calma y huir de la multitud de la ciudad en entornos rurales para cautivar a grandes y pequeños. Las escapadas rurales son ideales cuando buscas paz, naturaleza y para descubrir lugares poco poblados que son una maravilla.

Hemos creado esta magnífica selección para todos los que no tienen pueblo o simplemente quieren descubrir los mejores lugares rurales, esos grandes desconocidos que tienen tanto que explotar este otoño.

Soria

Soria es sinónimo de naturaleza indómita, de pequeños pueblos deshabitados, de románico perfecto, de río Duero… y también de gastronomía y buen comer. En otoño Soria también es sinónimo de setas, el paraíso de la micología. Un territorio que ha vivido y sigue viviendo de lo que la tierra le ha dado y, en este sustento, nunca ha faltado la exquisitez del mundo fungi.

Ochagavía en la Selva de Irati

Ochagavía es uno de esos pueblos de pequeño tamaño, pero de gran encanto del Pirineo Navarro. El río Anduña se abre paso y divide esta localidad asentada al norte del Valle de Salazar, en la comarca del Roncal. Otro de sus encantos es que este pueblo de Navarra está ubicado muy próximo a la Selva de Irati, muchos lo conocen como la puerta de entrada dicha selva.

Potes

Potes es uno de los pueblos más atractivos de Cantabria. La villa se sitúa en el centro de la histórica comarca de Liébana, una zona rodeada de espectaculares montañas y en la que confluyen ríos y arroyos. Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. Gracias a su impresionante entorno natural, Potes también es un destino ideal para practicar deportes en cualquier época del año. La lista es extensa: senderismo, bicicleta de montaña, escalada, esquí de travesía, parapente, caza, pesca… No te vayas de la villa sin degustar su gastronomía con platos como el cocido lebaniego y los guisos de carne de caza.

Frías

Su origen se remonta al siglo IX, cuando Alfonso VIII repuebla el valle para reforzar la frontera entre Castilla y Navarra. El casco urbano conserva trazado y ambientes medievales. En estos bellos parajes, se acunó la lengua española.

Miranda del Castañar

Miranda del Castañar es una de las poblaciones más singulares de la provincia de Salamanca, se eleva sobre un promontorio rocoso en pleno corazón de la Sierra de Francia. En 1973, el casco histórico de la villa fue declarado Conjunto Histórico Artístico. Recorrer su casco antiguo es viajar a su pasado medieval con casas de mampostería y madera características de la sierra, junto a casas de granito con blasones en las fachadas.

Patones

En este municipio podrás descubrir y conocer una infinidad de lugares únicos y rincones llenos de encanto. Puedes comenzar tu visita, por ejemplo, recorriendo sin prisas Patones de Arriba, donde te cautivará la esencia y el sabor rural que aún conservan, como en ningún otro lugar del territorio madrileño, sus estrechas calles y sus casas. No te pierdas las rutas turísticas, con diferentes recorridos que te permitirán disfrutar y acercarte a los lugares de mayor interés del municipio, como el Cancho de la Cabeza, la Presa del Pontón de la Oliva o el antigua y valioso Yacimiento de la Dehesa de la Oliva.

Sepúlveda

Sepúlveda aúna historia, arte, gastronomía, naturaleza, cultura inmaterial y cultura viva. Sus rincones y callejuelas, sus vistas y paisajes, admirables desde sus numerosos miradores. Recorrer sus calles y caminos nos permite adentraremos en su historia, sus enigmas, sus iglesias románicas, sus palacios, sus fueros, en su aire, su luz, sus colores y su silencio. Hacer un recorrido por Sepúlveda permite al turista y al caminante, al historiador y al soñador, vivir una experiencia única gracias a su arte, a su historia, a su gastronomía, al enclave natural en el que se erige y a su cultura inmaterial y viva.