Las bayetas y los estropajos son imprescindibles para mantener la higiene en nuestras cocinas. No obstante, a medida que se mojan, se llenan de jabón y eliminan los restos de alimentos en las encimeras, mesas y vitrocerámicas, se quedan cientos de bacterias entres sus fibras.
Estos microorganismos colonizan los trapos de cocina y contaminan de nuevo superficies y utensilios. Por ello, es importante conocer la vida útil de las bayetas que utilizamos en la cocina, ya que es algo que se suele decidir por intuición.
No debes esperar a que el trapo desprenda mal olor o tiene más de una mancha imposible de eliminar, puesto que puede ser contaminada diariamente.
Los microorganismos y gérmenes se esparcen por el resto de superficies con las que limpiemos con la bayeta y supone un riesgo para nuestra salud e higiene. Con todo esto dan ganas de cambiar el estropajo a diario.
No obstante, los expertos recomiendan renovarlo según la frecuencia de uso: cada siete días o menos en cocinas con mucho movimiento y cada 15 si a diario se come fuera de casa y solo se usa los fines de semana.
La revista Scientific Reports se hizo eco de las conclusiones de un estudio realizado en Alemania que aseguraba que la mayoría de los métodos domésticos empleados para ‘desinfectar’ los estropajos de cocina no servían, explican desde Uppers.
Según los expertos, no hay producto químico, natural o secreto de limpieza que pueda acabar con la vida de todos esos microorganismos que se han alojado en el estropajo. Aunque algunos mueren, muchos otros quedan en el interior y vuelven a reproducirse en cuanto las fibras entran en contacto con el agua. Por eso, lo mejor es desechar las bayetas utilizadas.