La carne picada es un alimento de consumo habitual, asequible y que permite muchas preparaciones como albóndigas, hamburguesas o rellenos de empanadas. Este producto suele ser incluido en la cesta de la compra al tratarse de una carne relativamente barata.
Por lo general, las diferentes carnes o pollos picados suelen venderse de forma envasada en los supermercados. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios de los riesgos de este producto, ya que debe conservarse muy bien si no queremos poner en peligro nuestra salud.
No solo hay que elegir una carne de calidad, sino que es fundamental evitar que las bacterias proliferen en ella.
Según la OCU, la carne picada es uno de los lugares favoritos de muchas bacterias responsables de las intoxicaciones alimentarias más comunes, como la salmonella, la E. Coli o la listeria. Tener extremo cuidado con las medidas de higiene durante su manipulación es clave para evitarlas.
Otra razón es que la carne, al estar picada, tiene una mayor superficie de contacto con el aire, lo que favorece la reproducción de las bacterias.
Se debe conservar la carne picada en la nevera a una temperatura de no más de 4 °C y en un recipiente hermético. De esta manera, puede durar en buen estado durante tres días aproximadamente.
También puedes congelar el producto para que dure más tiempo y evitar que las bacterias y microorganismos se reproduzcan. Según recomendaciones de la Unión Europea, la carne picada congelada debe estar a una temperatura igual o inferior a -18 °C, como mucho 18 meses si es de vaca y seis meses si es de cerdo.
La carne picada puede estar en mal estado si no se ha refrigerado adecuadamente, si está caducado o si ha estado expuesta a temperaturas altas.
Para comprobarlo hay dos aspectos claves que son su color y su olor. No obstante, el cambio de color puede deberse a motivos como la exposición al oxígeno, lo que hace que se torne a un color más oscuro, pero no tiene por qué estar mala. Eso sí, el mal olor es la clave, pues si desprende un aroma desagradable significa que no es apta para consumir.
Consumir carne picada está en mal estado, puede causar síntomas gastrointestinales como diarrea, vómitos y dolor de estómago. También puede causar fiebre, escalofríos y dolor de cabeza.