La tortilla de patata es uno de los platos típicos de la gastronomía española y un básico en cualquier pícnic en la playa, reunión con amigos o excursión a la montaña. Sin duda, es un plato que se adapta para cualquier ocasión y que se conserva bien frío.
Ahora bien, hay que tener cuidado con el tiempo de consumo que se tiene de la tortilla de patata, en especial en verano, dado que al utilizar huevo crudo, nos podemos intoxicar ante la alta temperatura ambiente.
La nevera pueda ser la solución en caso de que sobre algún trozo de tortilla de patata o la has preparado para tenerla lista durante la semana. En este caso, se debe tomar en cuenta el tiempo de consumo preferente y cómo ha sido almacenada, ya que si está refrigerada, no quiere decir que dure muchos días en buen estado.
Según el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid, se recomienda consumir la tortilla de patata en un plazo máximo de dos días desde su cocción original para mantener su calidad y evitar riesgos para la salud.
Asimismo, se deben seguir unas pautas de conservación para garantizar que se mantenga en condiciones óptimas hasta el momento de su consumo. Lo mejor es meter la tortilla en un recipiente hermético, intentando que quede totalmente aislada. Si esto no es posible, la otra opción es dejarla en un plato y cubrirla con papel film transparente, colocándolo lo más pegado posible a la superficie.
La única forma de conservar este alimento durante más tiempo es al vacío. En este caso, podría durar hasta ocho días. No obstante, incluso con esta técnica, se debe priorizar el consumo temprano.