Verano es sinónimo de vacaciones y calor, por lo que muchos aprovechan estos días libres y de desconexión para escaparse a la playa a combatir las altas temperaturas. De hecho, un reciente estudio realizado por Allianz Partners indica que este verano cerca del 50% de los españoles van a viajar a destinos de playa.
No obstante, hay otros que prefieren huir del calor y escogen destinos más frescos, la mayoría zonas de interior y alejados de la costa, perfectos para hacer rutas de senderismo u otras actividades rodeados de naturaleza. Una alternativa que, por lo general, resulta más económica.
Algunos lugares de la Península Ibérica se libran, en cierta medida, del calor extremo y de las olas de calor que sí azotan otros puntos del país. A continuación, te listamos algunos de los pueblos más fríos de España para visitar en los meses de verano.
En los meses de julio y sobre todo agosto hace mucho calor y los termómetros no bajan de los 30 grados, superando incluso los 40 en algunas partes del país. No obstante, hay otras zonas que ocurre lo contrario. Sitios, la mayoría de ellos montañosos, en los que más vale que te lleves alguna sudadera, chaqueta o pantalón largo en la maleta para no pasar frío, sobre todo por la noche.
En Aragón, concretamente en la provincia de Teruel, se encuentra un pueblo perfecto para aquellos que no soportan el calor. Griegos, a 1604 metros sobre el nivel del mar y rodeado de frondosos bosques de coníferas, ostenta el título del pueblo con la temperatura más baja del país en los meses de verano. De hecho, el termómetro puede llegar a marcar mínimas de siete grados centígrados.
Otro de los pueblos más fríos para visitar en verano se encuentra en la parte alta del valle del Oja, al suroeste de La Rioja y a unos 60 kilómetros de Logroño. Las temperaturas máximas diarias en Ezcaray, famoso también por sus aldeas, “aumentan 5 °C, de 19 °C a 24 °C y rara vez bajan a menos de 13 °C o exceden 32 °C”, argumentan desde Weather Spark, un servicio web que proporciona información meteorológica.
Por otro lado, en la provincia de Lleida se encuentra Bellver de la Cerdanya, un pueblo idóneo para hacer turismo rural y de aventura. Un lugar de veraneo muy recomendado si te gusta la naturaleza, los deportes y además quieres evitar el exceso de calor. En este rincón catalán, se suelen alcanzar como máximo los 19 grados en julio, el mes más caluroso en esta zona.
Isaba, ubicada en el valle del Roncal y a una hora y veinte minutos en coche de la capital, es otro de los mejores pueblos para pasar el verano si eres de aquellos que no les gusta el calor o la playa. Según los datos, la temperatura media en julio y agosto es de 15 °C.
En la provincia de León, concretamente en el valle del Porma, se encuentra Puebla de Lillo, un municipio de menos de 700 habitantes considerado también como uno de los puntos más fríos de nuestro país en época estival. Meses en los que la temperatura en este pequeño pueblo no supera los 17 °C de media.