Irlanda es un país que ofrece una gran variedad de atractivos para los viajeros, desde su capital, Dublín, hasta sus impresionantes paisajes naturales, como los acantilados de Moher, el anillo de Kerry o la Calzada del Gigante. En este artículo, te proponemos un recorrido por algunos de los lugares más emblemáticos y bellos de esta isla verde.
Dublín es la ciudad más grande y poblada de Irlanda, y también la más cosmopolita y animada. Aquí podrás disfrutar de su rica cultura e historia, visitando monumentos como el castillo de Dublín, la catedral de San Patricio o el Trinity College, donde se encuentra el famoso Libro de Kells. También podrás pasear por sus calles y plazas, como la de Temple Bar, el centro neurálgico de la vida nocturna y musical de la ciudad, o la de St. Stephen's Green, un oasis de tranquilidad y naturaleza en medio del bullicio urbano. Y no te olvides de probar una pinta de cerveza Guinness en alguno de sus numerosos pubs, donde podrás escuchar música tradicional irlandesa en directo.
Si quieres conocer la Irlanda más rural y salvaje, te recomendamos que alquiles un coche y te aventures por sus carreteras secundarias, donde descubrirás paisajes de ensueño y pueblos con encanto. Uno de los recorridos más populares es el del anillo de Kerry, una ruta circular de unos 180 kilómetros que bordea la península de Iveragh, en el suroeste del país. En este trayecto, podrás admirar las montañas, los lagos, los valles y las playas que conforman esta zona, así como visitar lugares históricos y culturales, como el parque nacional de Killarney, el monasterio de Skellig Michael o el pueblo de Kenmare.
Otro lugar imprescindible en tu viaje a Irlanda son los acantilados de Moher, unos espectaculares precipicios que se elevan hasta 214 metros sobre el nivel del mar y que se extienden a lo largo de 8 kilómetros en la costa oeste del país. Desde aquí, podrás contemplar unas vistas panorámicas del océano Atlántico y de las islas Aran, así como observar la fauna marina y terrestre que habita en este entorno protegido. Los acantilados son también un escenario recurrente en el cine y la literatura, ya que han aparecido en películas como Harry Potter y el misterio del príncipe o La princesa prometida.
Por último, no puedes dejar de visitar la Calzada del Gigante, una formación geológica única en el mundo, situada en el noreste de Irlanda del Norte. Se trata de unas 40.000 columnas hexagonales de basalto que se originaron hace unos 60 millones de años por el enfriamiento rápido de la lava volcánica. Según la leyenda, estas columnas son los restos de un puente construido por el gigante irlandés Finn MacCool para enfrentarse al gigante escocés Benandonner. La Calzada del Gigante es un lugar mágico y misterioso, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Como ves, Irlanda es un país que tiene mucho que ofrecer al viajero curioso y aventurero. Esperamos que este artículo te haya servido de inspiración para planificar tu próximo viaje a esta isla fascinante.
Irlanda es un país lleno de belleza natural, historia y cultura. Un viaje turístico por Irlanda puede ser una experiencia inolvidable, si se planifica bien y se aprovecha al máximo el tiempo disponible. Aquí te proponemos un itinerario de seis días por Irlanda, comenzando y terminando en Dublin, la capital.
Día 1: Dublin
Dublin es una ciudad vibrante y cosmopolita, con mucho que ofrecer al visitante. Puedes empezar el día visitando el Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda, donde se encuentra el famoso Libro de Kells, un manuscrito iluminado del siglo IX. Después, puedes pasear por el Temple Bar, el barrio más animado de la ciudad, lleno de pubs, restaurantes y tiendas. Por la tarde, puedes conocer el Castillo de Dublin, la Catedral de San Patricio y el Museo Nacional de Arqueología. Por la noche, puedes disfrutar de la música y la cerveza irlandesa en alguno de los muchos pubs de la ciudad.
Día 2: Dublin - Galway
El segundo día, puedes alquilar un coche y salir de Dublin hacia el oeste, dirección a Galway, la ciudad más grande del oeste de Irlanda. En el camino, puedes hacer una parada en Clonmacnoise, un conjunto monástico medieval a orillas del río Shannon. Luego, puedes seguir hasta Galway, una ciudad con mucho encanto y ambiente cultural. Puedes pasear por sus calles empedradas, admirar su catedral y su puerto, y escuchar música tradicional en alguno de sus pubs.
Día 3: Galway - Acantilados de Moher - Limerick
El tercer día, puedes continuar tu ruta por la costa oeste de Irlanda, visitando los impresionantes Acantilados de Moher, que se elevan más de 200 metros sobre el océano Atlántico. Desde allí, puedes disfrutar de unas vistas espectaculares de las islas Aran y del condado de Clare. Después, puedes dirigirte a Limerick, una ciudad con mucha historia y patrimonio. Puedes visitar el Castillo del Rey Juan, el Museo Hunt y la Catedral de San Juan.
Día 4: Limerick - Killarney - Anillo de Kerry
El cuarto día, puedes salir de Limerick hacia el sur, hacia Killarney, una ciudad turística situada en el Parque Nacional de Killarney. Allí puedes visitar el Castillo de Ross, el Lago Leane y las Cascadas de Torc. Luego, puedes recorrer el Anillo de Kerry, una ruta circular que bordea la península de Iveragh y que ofrece paisajes espectaculares de montañas, lagos y mar. Puedes hacer paradas en lugares como Kenmare, Sneem y Waterville.
Día 5: Killarney - Cork - Kilkenny
El quinto día, puedes dejar Killarney y dirigirte a Cork, la segunda ciudad más grande de Irlanda. Cork es una ciudad moderna y dinámica, con un centro histórico lleno de vida. Puedes visitar la Catedral de San Finbarre, el Mercado Inglés y la Prisión de Cork. Después, puedes seguir hasta Kilkenny, una ciudad medieval con mucho encanto. Puedes visitar el Castillo de Kilkenny, la Catedral de San Canicio y el Museo Medieval.
Día 6: Kilkenny - Glendalough - Dublin
El sexto y último día, puedes volver a Dublin desde Kilkenny, haciendo una parada en Glendalough, un valle glaciar donde se encuentra un antiguo monasterio celta fundado por San Kevin en el siglo VI. Allí puedes ver las ruinas de las iglesias, las torres y las cruces celtas que se conservan en el lugar. Luego, puedes regresar a Dublin y aprovechar las últimas horas para hacer algunas compras o visitar algún lugar que te haya quedado pendiente.
*Este artículo ha sido generado con ayuda de Inteligencia Artificial y editado por un humano.