Entre finales de marzo y principios de abril muchos jardines de España empiezan a pintarse ya de tonos rosas y blancos con la floración de los almendros y cerezos, uno de los espectáculos más llamativos para disfrutar en primavera. Te contamos cuáles son los mejores rincones para aprovechar este paisaje.
Muchos lugares que durante el año no cuentan con muchas visitas se llenan de turistas en primavera por sus cerezos y almendros en flor. Este espectáculo de la naturaleza dura entre 15 y 20 días, si el clima lo permite, por lo que tienes unas cuantas semanas para planear una escapada.
Es un clásico. Con la llegada de la primavera uno de los lugares más visitados de España es el Valle del Jerte, con un millón y medio de árboles que estallan con los colores de la floración.
Los termómetros deciden cuándo podemos empezar a visitarlo, aunque este año, con el calor adelantado del final del invierno, los cerezos y almendros se han pintado ya de colores primaverales. En las zonas más bajas los árboles florecen siempre antes que en las zonas más elevadas, por lo que depende de cuándo lo visitemos nos interesará más una zona u otra.
Además de visitar los almendros y cerezos, hay otras propuestas en la región para disfrutar de un fin de semana, como talleres de fotografía, teatro, degustaciones y conciertos. En el caso de que quieras ir exclusivamente a ver las flores, hay dos rutas que puedes hacer en coche, una que enlaza varios pueblos, y la otra paralela al río Jerte.
Burgos también tiene su propio Valle del Jerte. Se encuentra en el norte de la provincia y suele florecer algo más tarde, sobre mediados de abril. Sus miles de cerezos tiñen el paisaje de blanco y se mezclan con las montañas de fondo.
Puedes acceder desde Salas de Bureba, un pequeño pueblo de casonas señoriales, o desde Hozabejas, rodeado de bosques y árboles frutales.
El municipio berciano de Corullón ofrece cada primavera un espectáculo único de los cerezos en flor. Las rutas disponibles son cortas y fáciles para hacer en familia, por lo que es uno de los lugares preferidos para ver la floración con niños. Generalmente el mejor momento para disfrutarlo es a comienzos de abril.
El Ayuntamiento organiza actos y rutas guiadas a través de estos campos en El Bierzo , así como exposiciones, actividades para los niños y conciertos.
Y para continuar con el turismo de floración, un imprescindible es el Parque Natural de Sierra Mágina, en la provincia de Jaén. Comprende varios municipios, además del pico más alto de la región, con una altitud de 2.167 metros.
El rosa y el blanco de la sierra jienense en el comienzo de la primavera es un espectáculo visual y aromático. Ya que estás, además, podrás disfrutar del paisaje salpicado por almendros, robles y olivos, y podrás deleitarte con la fauna del lugar, entre la que destacan el águila real y el halcón.
Esta pequeña localidad malagueña ha ido incrementando su producción de cerezos y hoy en día es uno de los lugares más elegidos para ver la floración en nuestro país.
Se organizan múltiples rutas para adentrarse en los campos de cerezos, así como el famoso Día de la Cereza, cuando se recolecta esta fruta, que suele ser en junio, y los visitantes pueden comprar y degustar las cerezas más sabrosas de Andalucía.
Otro lugar maravilloso para disfrutar del color y el perfume de la primavera es Bolea, Huesca. Se encuentra en las faldas de la Sierra de Caballera y de Gratal, a unos 20 km de Huesca. Te aconsejamos dejar el coche en la entrada del pueblo de Bolea (y ya que estamos darte un paseo por sus agradables callejuelas) y adentrarte en los bosques de cerezos dando un paseo desde ahí.
Generalmente, los árboles muestran sus flores entre finales de abril (dependiendo del clima) y comienzos de junio.