El diario británico 'The Times' ha elaborado una lista de los 20 pueblos más bonitos de España para darlos a conocer a los turistas de otros países. En general, se trata de municipios pequeños y con pocos habitantes, entre montañas o con unas vistas espectaculares al mar.
Los pueblos son una parte esencial de España, a pesar del éxodo a las ciudades que ha ido en aumento en las últimas décadas, aunque muchos jóvenes aún se resisten a abandonar el lugar que los vio crecer. Su paisaje, su gente y sus sitios históricos, muchas veces declarados Patrimonio de la Humanidad, los hacen únicos y mágicos.
Hay un total de 7.582 pueblos en España con menos de 15.000 habitantes. Estos son los preferidos del medio británico ‘The Times’.
En los límites del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se encuentra Almonaster, un pequeño pueblo con algo más de 600 habitantes. Su paisaje y su legado histórico, cultural y monumental lo hacen merecedor de la catalogación Conjunto Histórico Artístico desde 1982.
Cuenta con diversos alojamientos rurales para que los visitantes se hospeden, así como restaurantes para degustar lo mejor de la gastronomía española y andaluza.
Genalguacil se encuentra en el corazón del valle del Genal, en plena Serranía de Ronda, y más del 90 % de su territorio está cubierto de bosque.
Al adentrarnos, encontramos edificios blancos que se mezclan con el verde del paisaje, y al alejarnos por los bosques que lo rodean podemos disfrutar del sonido de búhos reales, águilas reales, perdiceras y calzadas o halcones peregrinos, por lo que el lugar fue catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves.
Lo más bonito de Pampaneira, la joya de la Alpujarra granadina son sus calles acogedoras, dejando a los lados sus casitas blancas de postal, y sus rincones como el antiguo Lavadero del Cerrillo y la Fuente Gaseosa de Sonsoles.
Se encuentra a 1.058 metros de altitud dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada, y está bañado por el río Poqueira. Querrás tomarte algo en la plaza en los días soleados, donde las terrazas de los bares se llenan de vecinos y turistas a la hora del aperitivo.
También blanquito y enmarcado por montañas encontramos en Andalucía Lucainena de las Torres, donde los vecinos adornan sus fachadas con flores bien cuidadas. Recorriendo a pie sus callejuelas podremos visitar todo el pueblo, desde un árbol centenario hasta el Ayuntamiento de Lucainena de Torres, o monumentos como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Montesión.
Las playas de Carboneras, Agua Amarga, Las Negras y Mojácar están a unos 50 kilómetros de distancia.
En la lista no podía faltar uno de los pueblos más encantadores y únicos de Cádiz, donde los edificios conviven con las rocas, que asoman en el interior de las casas y dan sombra a algunas de las calles más emblemáticas del pueblo. La casa más antigua data del siglo XVI, y se encuentra junto a la ermita, puesto que Setenil de las Bodegas tiene una mezcla bastante interesante. Fue enclave del reino nazarí y conquistado por cristianos, puesto que era un lugar importante para la toma de Granada.
En los alrededores pueden hacerse diferentes rutas de senderismo como la Ruta de los Bandoleros o la de los Molinos, pero si lo que prefieres es quedarte en este pueblo que parece sacado de la ficción, disfruta de los paseos por sus calles mientras admiras los detalles de sus edificios, visita la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación y el Mirador, y disfruta de la comida y el buen ambiente.
El último pueblo de la lista de Andalucía es Castillo de Castellar, poco conocido pero muy encantador. Es un municipio pequeño, de pocos habitantes, con las típicas casitas de piedra y con vistas al embalse del Guadarranque e incluso Gibraltar y Ceuta, si subimos lo suficientemente alto.
El Castell de Guadalest se encuentra en la parte norte de la comarca de la Marina Baixa en Alicante, enclavado en el valle del mismo nombre a una altitud considerable. El pueblo está enmarcado por las sierras de Xortà y Serrella al norte y la sierra Aitana al sur, con su campanario y la Alcozaiba, o torre defensiva, construidos sobre escarpados pináculos de roca.
Tiene algo más de 200 habitantes y una historia muy convulsa. Arrasado por los terremotos, abandonado por sus moriscos y bombardeado durante la Guerra de Sucesión, su supervivencia es casi un milagro.
Morella y sus murallas, casas solariegas, su historia y su gastronomía lo convierten en uno de los pueblos más encantadores de España. A lo largo de la historia, esta villa medieval ha visto pasar desde íberos, romanos hasta árabes o cristianos, y hoy en día parece impasible al paso del tiempo, con sus más de 2 kilómetros de muralla casi intacta.
Para acceder a ella en coche tendrás que armarte de paciencia y recorrer sus serpenteantes carreteras, pero merecerá la pena. Además de las tiendecitas y restaurantes habituales, todas las semanas se organiza un mercadillo que no querrás perderte, y cada seis años celebra una fiesta única conocida como Sexenni, en honor a la Virgen de Vallivana, que tiene lugar el tercer domingo de agosto desde el año 1678. La próxima edición será en 2024.
Pero si lo que te gusta es comer, entonces no puedes perderte sus embutidos, sus platos de cuchara (si vas en meses de otoño o invierno), la trufa negra si vas en temporada (que comienza a principios de cada año), o los famosos flaons, unos pastelitos cuya masa está hecha con aguardiente o anís y rellenos de requesón de oveja y almendra.
Tazones es un pequeño pueblo marinero situado en el municipio de Villaviciosa, en pleno corazón de la Comarca de la Sidra del Principado de Asturias. Por ello, una de las cosas que debemos hacer cuando vamos de visita es degustar un buen pescado o marisco mirando al Cantábrico y el ir y venir de las gaviotas.
Se dice que el puerto de Tazones formó parte de las rutas imperiales de Carlos V en Europa, y fue lo primero que conoció el emperador en su primer viaje a la Península, en septiembre de 1517, cuando llegó desde Flandes para tomar posesión de los reinos de sus abuelos, los Reyes Católicos.
Mirambel se encuentra a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar, y tiene una estética medieval que traslada a tiempos pasados. Tiene alrededor de 130 habitantes, que se dedican principalmente a la ganadería y la agricultura. Sus construcciones y su muralla se conservan en un estado admirable.
El pueblo de Bagergue es el más alto de la Val d’Aran, situado a 1.419 metros, y es bonito en todas las estaciones del año, aunque en invierno puede ser duro. Además de su paisaje encantador, sus casitas son las típicas acogedoras de los pueblos de España que tanto gusta, con tejados de pizarra y balcones de madera.
Además, sus callecitas están adornadas por infinidad de flores que dan color al pueblo.
Bulnes es el pueblo más emblemático de los Picos de Europa y posiblemente una de las aldeas más remotas de España. Se encuentra en el concejo de Cabrales, con hermosas casas de piedra que miran hacia el río. Es el lugar perfecto para senderistas y escaladores.
Cudillero cuenta con playas únicas, valles, ríos y cascadas, acantilados de escándalo y montañas infinitas para recorrer. Te recomendamos visitarlo en verano, primavera o en el comienzo del otoño, cuando el tiempo es agradable y permite disfrutar de un buen pescado o marisco local y la brisa del mar. Muchos lo consideran el pueblo más bonito de Asturias.
Es un lugar único para pasear o para disfrutar de un día en la playa -la más conocida es la del Silencio-. Te recomendamos subir al mirador para obtener una vista de todo el pueblo y por supuesto visitar y tomar algo en la Plaza de la Marina, en forma de escenario de un improvisado anfiteatro.
El municipio de Valverde de la Vera tiene una situación privilegiada en las faldas de la Sierra de Gredos, en la provincia de Cáceres. Cuenta con el Museo del Empalao o la Iglesia parroquial de Fuentes Claras, solo dos ejemplos de su riqueza arquitectónica y cultural, además de un entorno natural único donde practicar senderismo.
Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más pintorescos de Albacete, declarado Conjunto Histórico – Artístico por Real Decreto de 1982. Se encuentra a orillas del río Júcar.
A lo largo de sus callecitas se distribuyen las casitas de los pocos residentes del pueblo, huertos, escaleras escarpadas y cuevas que merece la pena visitar. Su pasado íbero, árabe y romano, le ha legado un patrimonio histórico y cultural riquísimo.
Urueña fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1975, entre otras cosas por su conjunto amurallado del siglo XIII que es, sin duda, el mejor conservado de toda la provincia. También merece la pena visitar el castillo, levantado en el siglo XI sobre una antigua plaza fuerte romana, o la ermita románica de Nuestra Señora de la Anunciada. En los alrededores del pueblo se puede disfrutar de una buena ruta por la Sierra de la Culebra y los Montes de León.
Hace unos años, la diputación provincial de Valladolid habilitó lugares de compraventa de libros antiguos, raros o descatalogados y periódicamente se organizan eventos para los amantes de la lectura, una iniciativa para reactivar la economía que también se realiza en otros pueblos de Europa como Redu, en Bélgica, o Montolieu, en Francia.
Potes cobra vida los fines de semana y durante los festivos y el verano. El pueblo es uno de los más bonitos de España sin duda, con calles llenas de tiendecitas y bares donde, comas lo que comas, comerás bien. Muchos consideran que es el pueblo más bonito de Cantabria, en plenos Picos de Europa y con edificios inolvidables de piedra.
Entre las muchas actividades que puedes hacer durante tu estancia en Potes está una ruta en bici o a pie por la montaña, escalada o parapente… Y comer, comer mucho. El cocido lebaniego típico a base de los garbanzos, cecina o carne, berza y relleno te harán chuparte los dedos.
Agulo es el pueblo más bonito de La Gomera, con calles empedradas desde su casco histórico hasta sus miradores, con vistas al Teide de fondo. La mezcla de colores y el mar de fondo lo convierten en el lugar perfecto para inspirarse o para una escapada romántica.
Adéntrate en su mirado a 600 metros de altura sobre un vacío, que ofrecen no solo unas vistas únicas sino también una experiencia única. Además en su interior hay un restaurante. Eso sí, tendrás que andarte con cuidado en la Playa de San Marcos, una cala rocosa a los pies de un acantilado cercano a la emblemática Ermita de San Marcos, puesto que las corrientes marinas son muy intensas.
Teguise es la antigua capital de Lanzarote, y a día de hoy el municipio más extenso de la isla. También fue el primer asentamiento civil de las Canarias, y hoy en día uno de los lugares del archipiélago con mayor oferta de cultura y ocio, con múltiples museos y un mercadillo que se celebra en pleno casco histórico cada domingo.
Sus playas y pueblos pesqueros cercanos, las formaciones rocosas únicas o los cactus altísimos son solo algunos de los encantos de Teguise.
Entre las joyas de Baleares se encuentra el pueblo de Alcudia, la antigua capital de Mallorca, que se encuentra en el noreste de la isla. Cuenta con edificios y callejuelas de colores alegres que llevan hasta su casco histórico, y está bordeada por una muralla donde se obtienen las mejores vistas del pueblo. Podrás visitar los numerosos restos romanos de la antigua ciudad romana de Pollentia.
Cada martes y domingo puede disfrutarse del mercado de Alcudia, con productos locales, souvenirs y ropa. Además, desde el Puerto de Alcudia hay conexiones en ferry con Menorca.