El mar esconde un espectacular museo submarino con 300 esculturas en una zona de España del que quizá nunca hayas oído hablar. Es el único lugar en nuestro país donde disfrutar del arte y la naturaleza al mismo tiempo mientras buceamos.
Hay museos para todos los gustos: de historia, de arte, de figuras de cera o de moda de alta costura. Este de Lanzarote posee cientos de esculturas de humanos, barcos o haciendo referencia a eventos relevantes de la historia, todas ellas en el fondo del mar.
Se conoce como el Museo Atlántico y fue diseñado para generar un arrecife artificial a gran escala. Se encuentra en Playa Blanca, en el sur de la isla. El museo no es muy profundo, oscila entre los 12 y 15 metros bajo el agua, por lo que no hace falta ser buceador profesional para visitarlo.
De hecho, existe un programa espacial para quienes nunca han buceado anteriormente, durante el cual se realiza una inmersión de prueba en la piscina para aprender unos ejercicios básicos y que el visitante se sumerja con más confianza. Durante la visita del museo, un guía acompaña a los buceadores.
Entre las esculturas más famosas está la de la barca de Lampedusa, una referencia a la crisis de los refugiados de gran realismo. La estatua recrea el naufragio de la fragata francesa Medusa en la costa de Mauritania.
Otra similar es la de un grupo de niños en una pequeña barca de metal, llamado los jolateros, con rostros que expresan aburrimiento.
La más grande es probablemente la del Rubicón, un grupo de 35 figuras humanas caminando frente a un muro. Todas las figuras recrean a un habitante real de la isla de Lanzarote.
Otras que destacan son el ‘Jardín Híbrido’, donde un hombre se encuentra con especies autóctonas como el dragón canario, y el ‘Giro Humano’, donde veremos 200 esculturas colocadas unas encima de otras en círculo.
El responsable de crear las obras del museo es el británico Jason deCaires Taylor, que fue el impulsor de esta mezcla de arte y océano. Su primera creación fue el museo sumergido de Grenada, en las Antillas Menores del Caribe, considerado una de las 25 maravillas del mundo.
En 2009 continuó con MUSA, un museo submarino con más de 500 esculturas en la costa de Cancún en México. Estos ambiciosos proyectos tienen como objetivo lograr una interacción positiva entre las personas y el mundo submarino.
El arte de Jason deCaires Taylor es único y muestra cómo los objetos hechos por el hombre, una vez hundidos en el océano, se convierten en arrecifes artificiales llenos de vida marina. Sus objetos de arte son, por lo tanto, ejemplos positivos de conservación de la naturaleza.
Por ello, el Cabildo de Canarias quiso encargar el museo al artista británico, que se inauguró en 2017. Desde entonces, se ha observado una "explosión" de vida marina con sardinas, tiburones ángel, esponjas o barracudas.