Desde el verano pasado, hemos visto como, tanto en las regiones como las ciudades con mayor afluencia de turismo de nuestro país se vienen produciendo protestas y manifestaciones en contra del exceso de visitantes y a favor de una regulación del turismo. Pero estas acciones quedan en nada comparadas con lo que ha planteado el Consell o el Consejo Insular de Ibiza, el órgano de gobierno de la isla.

Este organismo ha presentado y ratificado -gracias a la mayoría que el PP tiene en el mismo- una medida que resulta, cuando menos, polémica: la regulación vía pago de la entrada de los vehículos a la isla. O, lo que es lo mismo, que los turistas que quieran acceder con su coche o autocaravana a la isla paguen un euro por día de pernocta y por vehículo.

Se trata de una medida que regularía la cantidad de vehículos de no residentes que pueden pernoctar en la isla, con un límite de 20.168 para este verano de 2025. Y que ha quedado recogido en una ordenanza fiscal que se aprobará en el próximo pleno del Consell.

Junto a esta tarifa de un euro por día y vehículo -de la que las motocicletas han quedado exentas-, que deberá ser abonada directamente a las navieras que operan en la isla; el Consell también ha establecido una tarifa similar para las empresas de alquiler de vehículos ya presentes en Ibiza.

En este caso, la tarifa no será diaria sino que se abonará por toda la temporada estival y su cuantía variará en función del número de vehículos que cada empresa de alquiler opere en la isla.

De esta forma, las empresas que operen hasta 100 vehículos en Ibiza pagarán al Consell una tarifa de 100 euros, las que tengan adjudicadas licencias de alquiler para 101 y 150 vehículos pagarán 200 euros, que serán 750 euros para aquellas compañías que alquilen entre 151 y 450 vehículos. Por último, las alquiladoras que cuenten con hasta 900 vehículos abonarán 1.500 euros, y aquellas que excedan esos 900 vehículos pagarán los citados 750 euros más 61 euros por cada vehículo que supere ese límite.

Desde el Consell han señalado que esta medida es necesaria para evitar la masificación de la red viaria de Ibiza, insistiendo en que “las tarifas no son elevadas” y que tampoco “tienen un carácter recaudatorio”.

Pero según las estimaciones, el Consell recaudara este mismo verano cerca de 400.000 euros por el acceso de los coches y autocaravanas de particulares y en torno a 922.000 euros por las flotas de alquiler presentes en la isla.

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