Las 5 multas de tráfico más fáciles de recurrir en España

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Cada día se suelen poner infinidad de multas de tráfico. Según datos de la Dirección General de Tráfico, durante el pasado año se interpusieron más de 5 millones, a las que además, habría que sumar las que se interpusieran desde el Servei Català de Trànsit, el Departamento de Tráfico Vasco y por los Consistorios de todo el país.

Una multa es una sanción administrativa o penal que consiste en la obligación de pagar una cantidad determinada de dinero por haber cometido una infracción de tráfico. Dependiendo de la calificación de la infracción podrá tener una cuantía u otra. Se pueden encontrar infracciones leves que suelen ser sancionadas con una multa de hasta 100 euros, las graves que son sancionadas con una multa de 200 euros y las muy graves, que ascienden a 500 euros.

Es importante saber cuál es el procedimiento a seguir en caso de tener alguna multa. Según la DGT, lo primero que hay que hacer es comprobar que los datos sean correctos, modificar la dirección para recibir la notificación y, si se está de acuerdo con la sanción, se debe pagar lo antes posible para beneficiarse de un 50% de descuento. En caso de no estar de acuerdo o si hay un error en la multa, se puede recurrir o reclamar la devolución del pago. Cuando se recurre una multa, se pierde el derecho a la reducción del 50%.

¿Cuáles son las multas de tráfico más fáciles de recurrir?

De todas las sanciones que se pueden interponer, hay cinco que son las más fáciles de recurrir en España según Miguel Ángel Mejías, un abogado que ha subido un vídeo señalando cuáles son.

Multa por no identificar a un conductor

Si cuando llega una multa no se es capaz de identificar al conductor que ha provocado esa sanción, pueden volver a multar. En estos casos, la Administración no siempre realiza las notificaciones de las multas en el domicilio o no realiza los dos intentos de notificación a los que suele obligar la ley.

Las notificaciones de las sanciones en las que se incurran se deben hacer en el domicilio. En caso de no poder ser entregadas porque no haya nadie en el domicilio, por ejemplo, lo que pasará es que la ley obligará a que se tenga que producir un segundo intento que será tres días hábiles después. Por esto, dice el abogado que es una multa que se puede recurrir y ganar.

Multa de aparcamiento

Para que una multa de aparcamiento sea correcta, tiene que estar acompañada de una fotografía, y la mayoría de las veces, no se sigue este procedimiento, por lo que también puede ser muy fácil de recurrir en caso de no tener la fotografía mencionada.

Multa por saltarse un semáforo

Para que esta multa sea válida debe estar acompañada de un certificado que verifique que el aparato que hace las fotos está en buen estado. Esto es algo que no se suele aportar, por lo que también se puede recurrir de manera sencilla.

Multa por exceso de velocidad

En este tipo de multas, según el abogado las posibilidades son muchísimas, y es que puede ser que no se hayan aplicado los márgenes de error que obliga la ley, o que no estén las fotografías necesarias, o que una sea la ampliación de la otra o, que también el certificado de verificación de la cámara esté caducado. Sucediendo cualquiera de estos casos, se podría recurrir esta multa fácilmente.

Acceder a una Zona de Bajas Emisiones siendo un taxi sin la etiqueta correcta

En este caso, el abogado señala que si el taxi está matriculado y la licencia es anterior a 2017 no se puede multar.

¿Cómo se recurre una multa?

En caso de no estar de acuerdo con una multa se puede recurrir, para ello, el primer paso es presentar unas alegaciones ante el organismo que impuso la sanción a recurrir. Estos pueden ser la DGT, Ayuntamientos, Servei Català de Trànsit o el Departamento de Tráfico Vasco.

Ese escrito debe incluir: los datos personales y los del vehículo; número de expediente de la multa; exposición de los hechos y razones por las que se considera que la multa es incorrecta; pruebas que lo puedan certificar como fotografías, testigos, informes médicos y por último, una petición clara de anulación o revisión de la sanción.

Esto debe presentarse a través de la sede electrónica del organismo sancionador, personándose en una oficina de Tráfico, Ayuntamiento o entidad correspondiente o incluso, por correo administrativo en una oficina de Correos. Una vez presentada, se debe esperar un tiempo prudencial a que se resuelva este recurso.

¿Qué ocurre si no se paga una multa?

En caso de recibir una multa por parte de la DGT, pero no se recurre, y tampoco se paga. En ese caso la DGT pondrá en marcha el procedimiento de apremio. Esto consiste en que volverá a enviar la multa con un recargo del 10%. Si esta multa, nuevamente no se paga, se volverá a recibir otra multa, esta vez con un recargo del 20%.

Si esta multa sigue sin pagarse, la Administración podrá proceder al embargo de las cuentas corrientes, e incluso de los bienes inmuebles que se tengan en propiedad hasta que esa multa sea pagada.