El casco de moto es mucho más que un accesorio: es el principal elemento de protección para cualquier motorista. La DGT recuerda que usar este elemento de protección cuando se conduce una moto no es una opción, es una necesidad porque tres de cada cuatro motoristas víctimas mortales fallecen a consecuencia de heridas en la cabeza. Además, el riesgo de sufrir una lesión cerebral se multiplica por tres, si el conductor o pasajero de la motocicleta no lo lleva puesto.
Por el contrario, llevar casco aumenta en un 20 % la probabilidad de salir ileso del siniestro, desciende el riesgo y la severidad de las lesiones en un 72 % y disminuye la probabilidad de muerte en un 39 %, dependiendo de la velocidad de la moto.
Los expertos de Motocard, en plena campaña promocional de este elemento, recuerdan que un buen casco homologado es capaz de reducir hasta un 44 % las lesiones en la cabeza en caso de accidente.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que los cascos de moto, con el tiempo, suelen perder su capacidad de protección. Aunque como tal, no tienen una fecha de caducidad, sí que es recomendable cambiarlos por seguridad.
Los materiales que componen el casco, como las resinas y el propio policarbonato o las fibras, pierden sus propiedades protectoras con el tiempo. Por lo tanto, dependiendo del material con el que esté fabricado, su vida útil varía.
Si hablamos de cascos fabricados con policarbonato es necesario plantearse una renovación a los 5 años desde la fecha de fabricación, dependiendo del uso y el desgaste al que haya sido sometido. Hay que tener en cuenta de forma generalizada que los materiales plásticos suelen perder antes su capacidad de absorción a los impactos.
En el caso de los cascos fabricados en fibra, ya sea de vidrio, carbono o kevlar, la durabilidad es mayor, prolongándose su vida útil entre 7 y 8 años, gracias a su resistencia y mejor capacidad de absorción de impactos.
Incluso si un casco parece estar en buen estado visualmente, podría no ofrecer la protección necesaria en un accidente. En este sentido, existen diversos factores que podrían reducir la eficacia de esta prenda protectora:
Es crucial que los motoristas sepan cuántos años tiene su casco para determinar si es el momento de reemplazarlo. Dentro de cada casco, generalmente en el interior o bajo los acolchados, hay una etiqueta con la fecha de fabricación. Esta fecha permite calcular cuánto tiempo lleva en uso el casco y si ha alcanzado su periodo de caducidad.
La recomendación de los fabricantes y expertos es que el casco sea reemplazado una vez que se cumpla este plazo, independientemente de si parece estar en buenas condiciones.
Si el casco aún se encuentra dentro de su periodo de vida útil, en buen estado y no ha sufrido golpes importantes, puedes alargar su comodidad y funcionalidad cambiando los interiores, como los acolchados y los forros reemplazables.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.