La vida es cambio, en las cosas grandes y también en las pequeñas, aquellas que nos afectan en el día a día. Por eso, cuando algo deja de resultarnos útil o pasamos a tener nuevas necesidades, lo mejor es hacer un cambio, también con nuestro vehículo. Son muchos los motivos que pueden llevarnos a querer vender nuestro coche, desde no necesitarlo más o querer obtener un beneficio, hasta comprarnos uno nuevo que nos resulte más práctico o que nos guste más. 

Poco importa el motivo que nos lleve a querer vender nuestro coche, lo importante es saber que hay ciertos pasos que hay que dar y el primero de ellos es tasar el coche. Es clave saber qué podemos esperar de una tasación, para poder estar seguros de que nos ofrecen un precio justo, saber qué factores se tienen en cuenta para llegar a la cantidad final, porque gracias a la tasación se sabe cuál es la cantidad que se puede pedir por el vehículo a los posibles compradores. 

Una tasación es el proceso a través del cual se señala el precio de un vehículo en función de ciertas condiciones y características. Saber cuánto cuesta nuestro coche antes de ponerlo a la venta puede ayudarnos a evitar estafas o intentos de ellas. Existen diferentes formas de tasar un coche, como a través de la matrícula, un proceso que puede realizarse online, o comparando con otros vehículos similares en el mercado. Sin embargo, el mejor método y más seguro es acudir a un tasador profesional, que tendrá en cuenta los diferentes factores que influyen a la hora de otorgar un precio al vehículo. 

Durante una tasación, una de las primeras cosas que se mira es la fecha de matriculación, los coches pierden valor conforme se van haciendo viejos, salvo que se trate de modelos clásicos. Otro es el número de kilómetros recorridos a lo largo de sus años de vida, también se mira el motor, y si es gasolina o diesel. Este último eleva el precio porque consume menos. 

El aspecto exterior del coche nos dice mucho, un buen mantenimiento puede aumentar el valor del vehículo, por eso también se mira la carrocería, los neumáticos, las luces y el estado de las lunas. Su no estuvieran en buenas condiciones, el precio del vehículo sería menor, tal y como señalan desde la página web de Carglass. Influye en la tasación también otros detalles, como la marca del vehículo y los extras que tiene, si dispone de todos, el precio aumentará porque no vale lo mismo un vehículo básico que uno cargado de extras. 

El último de los factores que se tiene en cuenta durante una tasación es el aspecto general del vehículo, es decir, cómo se encuentra y si está limpio, huele bien… en caso contrario el precio podría descender, al fin y al cabo, se tasa con la esperanza de que alguien lo compre y no todo el mundo quiere un coche que no sea agradable a simple vista o en el que tenga que invertir más dinero para limpiarlo. Antes de tasarlo es mejor asegurarse de que luce perfecto, para que su valor sea mayor.