Al circular por cualquier carretera siempre existe la posibilidad de encontrarse con situaciones imprevistas ante la cual una gran parte de los conductores no saben cómo reaccionar. Una de estas situaciones que podría darse es el frenado de emergencia, que se puede producir por muchas causas mientras se conduce, por ejemplo, por encontrar un obstáculo en la vía.
Reaccionar de una forma tranquila a una circunstancia como esta es esencial para que no haya ningún riesgo de seguridad, pero hay una duda que tienen la mayoría de conductores, y es si, ante esta situación, se ha de pisar el embrague junto al freno a fondo, o si es preferible evitar hacer esto.
Todo depende de si el vehículo tiene sistema ABS (Sistema Antibloqueo de Frenos) o no, en este caso siempre se recomienda pisar a fondo el freno. En caso de que el coche sea más antiguo y no disponga de este sistema, lo más seguro es ir reduciendo la presión sobre el freno para que no se bloqueen las ruedas.
En los coches con ABS, según algunos expertos, es recomendable pisar el embrague a la vez que el freno, para evitar que el coche se cale. Hay muchos expertos que dicen que sea el coche que sea, siempre es recomendable pisar el embrague a la vez, cuando se está ante una situación de frenado de emergencia.
Otra cosa importante a tener en cuenta cuando se produce una situación en la que hay que frenar de manera imprevista es la distancia de seguridad con el coche de delante. Siempre hay que mantener una distancia de seguridad, de esta manera, ante un imprevisto se evita el riesgo de choque evitando agravar la situación. Pero hay otras dos distancias que se deben tener en cuenta:
También hay que tener muy en cuenta el estado de los neumáticos y también, de los amortiguadores y el estado de la vía. Estos elementos pueden doblar la distancia de frenado y es algo muy importante a tener en cuenta en una situación de peligro.
Evidentemente, como en el caso de la distancia de frenado, la distancia puede variar según las circunstancias. Pueden influir las condiciones físicas o el estado de ánimo del conductor. También si se está más o menos concentrado en la conducción el tiempo de reacción puede variar.
En muchos vehículos existe un sistema de asistencia a la frenada. Esta es una variante del servofreno de emergencia que va a aplicar la máxima presión posible al circuito de frenado aunque el conductor haya hecho un leve gesto con el pie sobre el pedal de freno. La misión que tiene este sistema es reducir la distancia de frenado al máximo.
Cuando el vehículo detecta una frenada fuerte, una centralita va a poder medir la potencia con la que se ha pisado y también la velocidad con la que se ha soltado el acelerador para frenar, de esta manera va a poder saber si se está ante una situación de peligro.
En caso de detectar, efectivamente, un peligro, el sistema va a aplicar toda la fuerza posible actuando sobre la unidad electro-mecánica de la presión en el circuito de frenos para que la frenada sea la más segura posible. Este sistema trabaja junto al ABS y también con el control de estabilidad (ESP), los cuales se encuentran obligatoriamente en los coches matriculados desde 2003. Estos sistemas ayudan a que las ruedas no derrapen y el automóvil no se desestabilice.
El conductor va a notar que el pedal del freno se hunde más de lo que se está pisando, llegando a vibrar si llega a actuar el ABS.
En caso de que el coche sea moderno y cuente con un sistema de detección de obstáculos, este sistema de frenado va a detectar si hay obstáculos o algún peatón o ciclista delante del vehículo. Para alertar al conductor, lo que va a hacer es emitir o bien una luz o un sonido para que se detecte que delante del coche hay algún obstáculo a evitar. Si no se reacciona ante esta señal, el asistente de frenado va a detener el coche para que no se produzca ningún atropello o incidente. Y antes de hacer esto, va a tensar los cinturones para evitar daños.