Con el paso del tiempo, los vehículos han ido cambiando, tanto por fuera como por dentro. Se ha mejorado la seguridad, son más resistentes y con más medidas protectoras, cuidando la vida de los pasajeros, también el sistema de funcionamiento de los coches es mejor, trabajando para que los motores sean más efectivos y eficientes, pero también han cambiado su diseño exterior.
Aunque no siempre nos damos cuenta, porque vivimos rodeados de coches más o menos modernos, hay muchas cosas que han cambiado con respecto a los vehículos de hace algunos años, que todavía podemos encontrar en algunos lugares. Una de esas cosas que antes estaba y ya no es la banda trasera que cuelga de algunos vehículos antiguos, ¿para qué era? ¿Cuál era su función? ¿Por qué ha dejado de ponerse?
Uno de los elementos que ha desaparecido del diseño de los coches es la banda trasera que llevaban, una tira de goma atada al paragolpes y que colgaba hasta llegar al suelo. Se trata de la banda antiestática del coche, una práctica solución para evitar la electricidad estática que afectaba a los sistemas eléctricos del vehículo, pero que también podía suponer un riesgo para los ocupantes.
Esta electricidad estática podía llegar a ser peligrosa en algunas situaciones, como durante el momento de repostar, cuando se podían llegar a generar chispas, lo que podría provocar un incendio al entrar en contacto con los gases del carburante. Así, esta banda de goma no era una cuestión de moda o de estética que se quedara en el pasado, no estaba ahí porque alguien pensara que hacía que el diseño fuera más atractivo y ahora no esté porque hayan cambiado las tendencias, era una cuestión de seguridad.
Los coches actuales tienen sistemas electrónicos más protegidos y aislados, evitan esta electricidad estática con la pintura y los materiales avanzados con los que se cubre la carrocería, lo que hace que esta banda ya no sea necesaria.
No obstante, si se tiene un coche antiguo, puede que sea una buena idea incorporar esta banda porque estos coches acumulan carga eléctrica al circular, por el roce de los neumáticos con el suelo o la carrocería con el aire. La carga eléctrica tiene que ser evacuada y a través de la banda antiestática se puede conseguir que la electricidad circule y se escape hacia el asfalto.
Para que funcione, la goma tiene que estar hecha de materiales metálicos conductores y, sobre todo, para hacer toma de tierra tiene que estar en contacto directo con el suelo. Esto hace que se desgaste, por lo que cambiarla cuando sea conveniente es indispensable para seguir manteniendo la seguridad, evitando que el coche nos dé una pequeña descarga al subir al coche.
No es necesario acudir a profesionales, con un poco de habilidad y las herramientas adecuadas, cualquiera puede instalarlo, pero si quieres asegurarte por completo de que lo estás poniendo en el lugar correcto y a la altura indicada, un profesional será la opción más segura.