La nieve está en su mejor momento. En esta época del año, son muchos los que aprovechan para hacer una escapada a esquiar o, simplemente, a disfrutar de los pueblos de invierno, y aunque un buen número de usuarios recurren a métodos de transporte como el tren o el avión, otros muchos cogerán el coche.

Como es habitual, la DGT está siempre atenta a las carreteras con medidas de regulación, ordenación y vigilancia de tráfico para velar por la seguridad de los usuarios en las vías. No obstante, si queremos reducir los riesgos de sufrir accidentes, es importante que antes de coger el coche nos aseguremos de que se encuentra en buen estado, sobre todo si tenemos pensado recorrer grandes distancias. 

En este sentido, uno de los componentes a los que debemos prestar especial atención a la hora de revisar nuestro vehículo son los neumáticos, ya que son uno de los principales elementos de seguridad de los automóviles. 

Circular con unas ruedas desgastadas o con una presión inadecuada no solo puede afectar directamente al agarre del vehículo, a su control o a su frenada, sino también a su consumo de combustible. Es decir: no solo afecta de manera directa a nuestra seguridad, sino que puede tener efectos también en nuestra economía personal.

Según los expertos, la resistencia de la banda de rodadura es uno de los factores que más influye en el gasto de combustible de los vehículos. De hecho, se calcula que alrededor de un 20% del consumo total del carburante se emplea en la rodadura de los neumáticos.

Cuando las ruedas de los automóviles tienen una presión más baja que la recomendada, la resistencia del neumático al rodar se incrementa, lo que provoca un aumento en el consumo de combustible. Por el contrario, la resistencia disminuye cuando la presión de los neumáticos se incrementa, pero esto también dispara el consumo de combustible. Además, cuando la presión de los neumáticos es demasiado elevada, también se aumenta el riesgo de sufrir un pinchazo y de que el vehículo no pueda agarrarse de manera correcta al asfalto de las carreteras.

Por ello, es importante que, antes de salir de viaje, revisemos si los neumáticos de nuestro coche tienen la presión correcta y que, en caso contrario, la ajustemos siguiendo las indicaciones del fabricante. Asimismo, antes de salir también debemos revisar el estado de la banda de rodadura y comprobar que su nivel de profundidad no sea inferior a 3 mm. En caso contrario, se recomienda cambiar los neumáticos.