La gran asignatura pendiente del coche eléctrico es poder completar largas distancias sin tener que recargar su batería. En la actualidad, muchos prometen incluso rodar 500 kilómetros con una sola carga pero, personalmente, he probado un buen puñado de ellos y todos tienen el mismo problema: puede que se acerquen a las cifras que homologan si siempre conduces en ciudad y tienes un cuidado exquisito con el acelerador y los conocimientos necesarios para extender al máximo la batería del vehículo. Sin embargo, en cuanto sales a carretera abierta y te pones a 120 km/h, subes un puerto de montaña, o te das un par de alegrías acelerando con el pedal derecho, la autonomía homologada pasa a ser la mitad o incluso menos en la realidad.

La carrera de las marcas por lograr optimizar sus baterías es constante. Se trabaja mucho la aerodinámica para lograr una eficiencia máxima, pero el enorme peso de las baterías lastra la efectividad de los diseños optimizados. Se necesitan más de 70-80 kWh de capacidad para poder pasar de los 400 kilómetros de autonomía reales, y los 300 kilos de peso extra no te los quita nadie, amén de aumentar el precio final del coche, que son mucho más caros que sus competidores de combustión.

Lo fácil para lograr más autonomía es meter baterías más grandes, y por tanto más pesadas, lo que no se transforma en más autonomía directamente. Encontrar el equilibrio en este tema y optimizar el rendimiento es la clave. De hecho, las nuevas investigaciones sobre materiales para las baterías es la piedra de bóveda de una investigación que no cesa.

La llegada en marzo de 2023 del Ioniq 6, que asegura 614 kilómetros de autonomía -en la marca me han asegurado personalmente que a 130 km/h podrías hacer 500 kilómetros en autopista-, se convertirá en la principal competencia de la última novedad eléctrica de Mercedes, el EQS, que homologa hasta 741 kilómetros de autonomía, ojo, en ciclo urbano, ya que en autovía perderá en torno a un 30% de efectividad, aunque también podrá tener los codiciados 500 kilómetros de autonomía en autopista y autovía, cifra mágica para garantizar un viaje sin sustos y sin tener que parar a recargar en el 99% de los casos.

En la actualidad, el Tesla Model S homologa 652 kilómetros. La marca de Elon Musk es el ejemplo que todo el mundo pone en cuanto a coche eléctrico se refriere. Sin embargo, el que suscribe este artículo ha probado a fondo hasta tres Tesla diferentes, todos con más de 500 kilómetros de autonomía homologada, y cuidando al máximo el acelerador y optimizando la conducción, nunca ha podido pasar de 350 kilómetros sin tener que parar a recargar.

BMW, incluso Audi, también están lanzando ahora una nueva línea de vehículos eléctricos. También unos pocos homologan más de 600 kilómetros de autonomía, pero no sólo pierden aproximadamente la mitad de su autonomía en carretera abierta, sino que su enorme peso y su precio, siempre por encima de los 100.000 euros, hace que te pienses mucho si merece la pena invertir en un vehículo así.

Si pensamos en el bolsillo y en la actualidad, Ford Mustang Mach-E, Polestar 2 y Hyundai Kona serían las referencias. Con una gigantesca batería de 99 kWh y casi 300 CV de potencia, el SUV basado en el deportivo americano del óvalo homologa 600 kilómetros de autonomía y el precio de esta versión apenas pasa de 70.000 euros.

Perteneciente a la china Geely y en colaboración estrecha con Volvo, la nueva marca Polestar tiene una versión del Polestar 2 de 551 kilómetros de autonomía. El que suscribe también ha tenido la suerte de probar este producto y aunque homologa un consumo de 19,8 kWh cada 100 kilómetros, en autovía sube hasta los 23-24, con lo que apenas llegaremos a 350-400 kilómetros del tirón, eso sí, por apenas 51.190 euros y una calidad que podemos llamar premium sin ponernos colorados.

Quizá el ideal en cuanto a relación calidad-precio y mi apuesta personal sea el Hyundai Kona. Su versión de acceso cuesta menos de 37.000 euros. Con 204 CV de potencia y una batería de 64 kWh, su contenido peso y su eficiencia hace que este vehículo de la pujante marca coreana homologue una autonomía que roza los 500 kilómetros. Acelera de 0 a 100 km/h en menos de 8 segundos y, precisamente por su compromiso entre peso y capacidad, en autovía no pierde demasiada autonomía con respecto a su bajo consumo en ciudad. De hecho, se ha llegado a verificar un Hyundai Kona que, en ciudad, ha llegado a recorrer 790 kilómetros en ciudad.