Los perros son un animal de compañía genial, pero no todos son igual de obedientes y a veces su adiestramiento puede complicarse. Durante años, la profesión de adiestrador ha tratado de conseguir los mejores resultados para que nuestros canes nos hagan caso, pero ahora se ha encontrado una solución perfecta combinando varias técnicas, según revela un nuevo estudio científico publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, con Christoph Voelter como autor principal.

El experimento con el que se ha llegado a nuevas conclusiones sobre las mejores formas de llamar la atención de tu perro se ha realizado con una muestra inicial de 20 perros domésticos, 8 de ellos de razas mixtas y 12 de pura raza, incluyendo en dicha muestra 9 hembras y 11 machos. El experimento consistía en la colocación de unos innovadores cascos de seguimiento ocular y para registrar los movimientos oculares de los perros y un arnés conectado a una unidad de grabación con un micrófono y dos cámaras acopladas con las que registrar hacia dónde se desviaba la atención de los canes y si cumplían con las órdenes o no.

El estudio se llevó a cabo en el Clever Dog Lab de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena y en cada sesión el adiestrador se sentó en una silla frente al experimentador. Cada sesión comenzaba con una fase de calentamiento sin el casco de seguimiento ocular y en la que los perros podían explorar libremente la sala de pruebas durante 3 minutos. A continuación, se colocaba el casco al perro y se ajustaba la posición de la cámara en una fase de calibración que se podía repetir si el casco o la cámara ocular se movían de forma evidente durante la prueba.

Tras esto, se practicó con los perros cinco condiciones diferentes (mirar, señalar, señalar y mirar, lanzamiento fingido y control), con seis ensayos por condición, lo que hacían un total de 30 ensayos divididos en dos bloques de 15 realizados en días distintos. Estas se realizaron con una recompensa de comida colocada como cebo en un cuenco entre varios disponibles, con solo uno de ellos teniendo una golosina escondida. Se utilizó un software para sincronizar las grabaciones de la cámara del ojo y de la escena y detectar los dos puntos de referencia de la respuesta del perro (pupila y reflejo corneal) y se aislaron todos los datos no válidos o irrelevantes para conseguir secuenciar qué acciones tenían una mejor respuesta de los canes.

Tras haber recabado todos estos datos, llegó el momento de analizar los resultados y llegar a conclusiones. El resultado, de forma simple y resumida, mostró que la mejor técnica para conseguir que nuestro perro nos haga caso cuando damos una orden es realmente la combinación de dos acciones. Por una parte, tendremos que señalar con el dedo el objeto deseado. Además, mientras lo hacemos, tenemos que mirar fijamente al propio objeto. Esta combinación ha quedado demostrada que es la más eficaz para lograr que los perros nos hagan caso y sigan las instrucciones de sus dueños.

El estudio demuestra que los perros comprenden la comunicación referencial humana. Ya estaba ampliamente aceptado que los perros siguen algunas señales referenciales humanas, pero la forma en que las comprenden seguía siendo objeto de debate. Con los resultados de este estudio, se ha podido investigar más exhaustivamente y con interacciones en el mundo real cómo los gestos de señalar y mirar dirigen la atención visual de los perros y sesgan sus elecciones posteriores en una tarea de elección de objetos. Con la combinación de señalar y mirar, los perros mantuvieron una atención más prolongada en el objetivo en comparación con otras condiciones.

El estudio tiene en cuenta la posibilidad de que las dos señales comunicativas diferentes (mirar y señalar) simplemente se sumaran haciendo que se incrementara la probabilidad de desviar la atención de los perros. Sin embargo, también se considera que es posible que las dos señales funcionen sinérgicamente, superando la suma de sus efectos individuales en la atención de los perros y la conducta de elección posterior. La combinación de estas señales parece clave para conseguir mejores resultados de atención y conducta por parte de nuestras mascotas caninas.

Curiosamente, cuando consideramos que el perro es el mejor amigo del hombre, los resultados son bastante parecidos a los estudios de seguimiento ocular con humanos. Se han realizado pruebas similares con niños con trastorno del espectro autista, quienes prestaban poca atención al referente de los gestos de señalar y también tenían poco seguimiento de la mirada. Sin embargo, cuando se les presentaban señales combinadas de señalar y de la mirada, los niños con autismo tenían significativamente más probabilidades de mirar al referente.