Aprueban una píldora que retrasa el envejecimiento de los perros, pero no vale para todos: los requisitos

La FDA (Food and Drug Administration), la agencia gubernamental de Estados Unidos que se encarga de la regulación de los medicamentos, ha dado una noticia que alegrará a los dueños de perros de todo el mundo. Si hay un patrón común entre los propietarios de estas amigables mascotas, es su lamento por los pocos años que viven. Despedirse de un perro después de hacer convivido con él unos 14 ó 15 años, es un proceso muy duro pues, como ocurriría con cualquier otro miembro de la familia, es un lazo que nos gustaría que perdurara para siempre.

La vida de los perros podría alargarse gracias a la reciente aprobación de un fármaco desarrollado por la biotecnológica Loyal. Se trata de una píldora basada en los antiguos estudios realizados por el Purina Institute, que determinaban la relación directa entre la restricción de las calorías con el alargamiento de la esperanza de vida en algunas razas, como los labradores, y el retraso en la incidencia de enfermedades, como la osteoartritis y el cáncer. Bajo estos patrones, la FDA ha confirmado la eficacia de este fármaco, que podría ser definitivamente probado en verano, según indica el Washington Post.

Para perros de más de 10 años y más de 6 kilos

Sin embargo, no será ventajosa para todo tipo de perros ni para todas las edades. Está destinada para perros que superen los diez años y pesen al menos 14 libras (6,35 kilos) y, para hacerla más apetitosa, tiene sabor a carne. Celine Halioua, directora ejecutiva de Loyal, ha explicado que la píldora tiene como objetivo "mejorar la salud metabólica de los perros, su capacidad para convertir nutrientes en energía y para regular las hormonas, una capacidad que disminuye a medida que envejecen".

Esta noticia llega a España en medio de la indignación del colectivo veterinario contra el Gobierno tras la aprobación del Real Decreto 666/2023 que regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de los medicamentos veterinarios. Lo que, inicialmente, era una propuesta que buscaba "garantizar un uso prudente y responsable de los medicamentos veterinarios a lo largo de la cadena de distribución, teniendo como principal objetivo la lucha contra las resistencias antimicrobianas y la reducción de la necesidad de uso de los antibióticos", se ha convertido en toda una barrera para que los profesionales de la medicina animal puedan ejercer sus labores y "salvar las vidas".

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