Los vecinos de un edificio en Sao Paulo, en Brasil, vivieron momentos de auténtica tensión cuando un perro se escapó por la rendija de la ventana y quedó atrapado sin poder volver, quedando a punto de caer al vacío.
Su dueña no dudó en improvisar un rescate con lo que tenía a mano: una caja de cartón. Después de perder el equilibrio, el animal terminó cayendo, pero por suerte la caja amortiguó el golpe. Un susto que acabó bien gracias a la astucia de su dueña.
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