A pesar de la creciente concienciación sobre el cuidado de los animales que la población mundial ha adquirido en los últimos años - mucho más desde que fueron declarados como "seres sensibles" en el TFUE -, todavía hay familias que deciden regalar mascotas por Navidad sin haberlo meditado lo suficiente. La idealización que aún queda sobre lo que es tener un cachorro en casa - los cachorros son preciosos y adorables - lleva a muchos padres a buscar esta perfecta 'foto familiar' en la que el perro o el gato en miniatura encajan maravillosamente.
Sin embargo, la adopción de una mascota debe estar basada en el verdadero compromiso, algo más importante que darle "una alegría a los niños", tal y como recuerda el abogado animalista Eloi Sarrió: "Lo que yo he visto a lo largo de mi carrera es que, en Navidad, se suelen regalar perritos. Nadie puede negar que los cachorros son muy monos, divertidos y graciosos, pero luego crecen y, si los has adoptado porque te han enamorado o en base a otra decisión impulsiva, luego no van a tener un botón con el que poderles apagar. Para eso es mejor regalar un peluche", señala el experto, invitando siempre a la adopción responsable.
Su opinión coincide plenamente con los datos vertidos por el informe anual de la Fundación Affinity, él único que existe hasta que, de forma oficial y gracias a la nueva ley estatal, el Ministerio de Asuntos Sociales coordine una estadística que beberá de los datos de las comunidades autónomas. Según el estudio Él nunca lo haría, justo antes de Navidad se adoptan el 21,4% de los perros de las protectoras, para que dos o tres semanas más tarde, en el mes de enero, se produzca el pico de abandono más alto (9,1%). Por ello, muchas protectoras de animales han tomado la decisión de no dar perros en adopción en las fechas pre-navideñas.
Como experto en los derechos de los animales, este abogado insta a hacerse una batería de preguntas antes de adoptar, tanto durante los acontecimientos festivos como en el resto del año. Todas ellas giran en torno al bienestar integral de la futura mascota, así como al consenso que debe haber entre todos los miembros de la familia:
Si la respuesta a estas cinco preguntas es afirmativa, no habrá problemas en la integración de la mascota. Pero, si no, "es mejor buscar otras opciones para regalar, que no incluyan a un ser vivo en la ecuación". "Hay que saber que los cachorros son perros muy energéticos, que pueden romper cosas durante los primeros meses de convivencia y que, al ser sociales, necesitan salir a la calle y dar largos paseos. Quienes ignoran estas características, innatas al animal, acaban teniendo una pérdida de interés por él, siendo éste el segundo motivo de abandono en España, sólo por debajo del abandono de las camadas no deseadas", concluye Sarrió. Y también añade que, en el caso de que la salida de casa del animal está causada por fuerza mayor, debe ser cedido legalmente a una entidad protectora.
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