En la mayoría de la casas, la Navidad es sinónimo de comida. Los menús típicos de estas fechas, en las que se reúnen tantas familias, incluyen alimentos de los que no solemos abusar durante el resto del año, como los turrones, polvorones, el mazapán, el embutido o el marisco. Al ser un momento tan especial, nos permitimos ciertas licencias en nuestra dieta habitual, pues nada de malo tiene darnos algún que otro capricho. Sin embargo, esto no es algo que deba extenderse a las macotas, por mucho que sus dueños, con la mejor intención, quieran que ellos disfruten también de la degustación de dichos productos.

En Informativos Telecinco web hemos consultado a la veterinaria Susana Claramunt, de la clínica 'Animansion' de Madrid, para conocer los riegos de compartir con perros y gatos los alimentos gourmet típicos de estas fiestas. Un gesto que puede parecer tierno y condescendiente pero que, según las advertencias de esta experta, puede llegar a causarles, incluso, la muerte. Por ello, los propietarios deben tener especial cuidado con esta lista de alimentos, sobre todo si tienen perros pequeños en casa:

Chocolate: el tóxico del chocolate es la teobromina. La concentración de teobromina es mayor cuanto más puro es el cacao. Los animales como los perros y los gatos no tienen la misma capacidad de metabolizar que nosotros, lo hacen más lentamente, por lo que los efectos tóxicos que produce suelen ser, en primer lugar, gastrointestinales (vómitos, diarreas, dolor abdominal) , sed exacerbada, hiperactividad, aumento de la frecuencia cardiaca, arritmias e incluso crisis epilépticas. La dosis letal de chocolate es de 100-200 mg/kg, pero ya en dosis de 20 mg/kg produce cuadros de intoxicación. El chocolate con leche, por contra, no suele ser letal, aunque sí produce problemas digestivos significativos.

Cebolla, ajos y puerros: estos alimentos contienen tiosulfatos que hace que se oxiden los glóbulos rojos, por lo que se transporta menos oxígeno en el cuerpo. Como consecuencia, suelen producir un cuadro de anemia hemolítica acompañada de debilidad, palidez de mucosas, taquicardia o hematuria (sangre en la orina). Cuanto más concentrado está el producto (ajo en polvo, cebolla en polvo...), más tóxico es. La dosis tóxica es de 5 gr/Kilo de animal en el caso de los ajos y las cebollas y puerros 15-30 gramos /kilo de animal, aunque en la cebolla se han visto efectos tóxicos entre 5-10 gramos/kg de animal. 

Patata cruda: contiene solanina. Las patatas crudas son altamente tóxicas, actúan a nivel gastrointestinal produciendo vómitos, diarreas, pancreatitis y, secundariamente, afecta a nivel de sistema nervioso central provocando descoordinación, desorientación, confusión, dilatación pupilar(midriasis), parálisis parcial o total del animal, arritmias y dificultad respiratoria. Una vez que las cocemos, la solanina se destruye y deja de ser tóxica. 

Uvas y pasas: estos dos alimentos también son extremadamente tóxicos. Las dosis letales en animales son: 1 uva/pasa /2-3 kilos de animal pueden provocar la muerte del animal. Tan sólo una uva. Su mecanismo de acción provoca insuficiencia renal aguda entre las 24 y 72 horas post ingesta. El animal comienza desarrollando vómitos, inapetencia, dolor abdominal, falta de producción de orina(anuria), deshidratación, convulsiones y llega hasta a la muerte. 

Marisco: De por sí, el marisco no es tóxico para nuestras mascotas, pero hay que tener en cuenta una serie de consideraciones. En crudo puede contener salmonella y listeria, de la misma manera que los mejillones y almejas que han sufrido mareas rojas contienen altos niveles de saxitoxina y ácido domoico, que puede producir un daño cerebral permanente. Por otra parte, debido al elevado contenido en ácido úrico hay ciertas razas (como el dálmata) que tienen más problemas debido al metabolismo de las purinas. 

Polvorones, mazapanes y otros dulces de Navidad: los dulces contienen elevadas cantidades de "xilitol" que es altamente tóxico en perros y gatos provocando hipoglucemia y fallo hepático incluso en pequeñas cantidades.

Frutos secos (nueces de Macadamia): aunque no son letales, son altamente tóxicas a nivel gastrointestinal pudiendo producir debilidad, temblores y fiebre aparte de los síntomas digestivos. Los cuadros pueden durar de 12 a 48 h y en muchos casos requieren de hospitalización. Es muy común este tipo de ingresos durante y después de las principales citas navideñas.

Lácteos: los perros y gatos adultos tienen muy bajo contenido en "lactasa" , que es la enzima que degrada la "lactosa"(el azúcar propio de la leche). Sin lactasa, la lactosa no se puede degradar en el intestino ( no se puede digerir) con lo cual fermenta provocando cuadros digestivos : cólicos, vómitos, diarreas, dolor abdominal...

Alcohol: el alcohol deprime el SNC, potencia los efectos de los neurotransmisores inhibidores GABA y deprime la acción de los neurotransmisores excitadores GLUTAMATO, lo que ralentiza las funciones cerebrales y cardiorrespiratorias. El alcohol, que se metaboliza en el hígado, provoca insuficiencia hepática severa en mascotas. Aunque las dosis de ingestión sean mínimas, el efecto es altamente tóxico.

Por todo ello, la veterinaria aconseja que, si de verdad queremos premiar con un alimento a especial a las mascotas en Navidad, lo hagamos con los que sean sanos para ellos, como la calabaza, carnes como el pollo o el pavo sin ningún tipo de salsa o frutas, como la manzana. De igual modo, existen empresas que han creado sus negocios en torno a los dulces fabricados específicamente para animales, si bien siempre es recomendable revisar su composición.

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