Así es la primera correa de perros virtual del mundo: con 5 distancias y 3 modos de corregir su trayectoria

El paseo es uno de los rituales fundamentales entre los perros y sus dueños. No sólo por la necesidad de estos animales de hacer sus necesidades y realizar un mínimo de actividad física diaria, sino porque es un momento de sociabilización conjunta que fortalece el vínculo entre ellos. La normativa española exige que, excepto en las zonas u horarios que establezcan las ordenanzas de cada comunidad, los perros deben ir correctamente atados, por lo que la imagen más común es ver a sus propietarios agarrando las correas que las que dirigen sus pasos.

Sin embargo, en muchas ocasiones, estas cuerdas se enredan - normalmente, con las cuerdas de otros perros - o causan molestos tirones en los cuellos de los perros por tener una limitada longitud. Por ello, y en base a las las capacidades de las nuevas tecnologías, la empresa estadounidense Heel ha fabricado una correa virtual, basada en los collares de corrección estática que ya usan muchos adiestradores caninos para modificar la conducta de muchos canes.

Este tipo de corrección se realiza mediante una estimulación eléctrica muy suave e inofensiva que capta la atención de la mascota. Ésta experimenta un ligero cosquilleo en la piel, que los distrae o sorprende y consigue interrumpir su comportamiento. O, en este caso, su trayectoria.

Tal y como explican en su página web, el dueño puede elegir entre las 5 distancias disponibles: 0, 25, 75, 150, 750 pies y establecer el tipo de corrección que quiere que se active si su perro se desvía del camino deseado. Por defecto, el impulso eléctrico está desactivado y sólo se pondrá en marcha si el propietario lo desea. En su lugar, se puede pulsar el tono o la vibración, que avisarán al perro de que debe modificar sus pasos. Para ello, el collar virtual mide automáticamente la distancia entre el aparato y el control remoto y proporciona una corrección cuando el perro se acerca al límite establecido.

Este tipo de control sobre el libre movimiento de los perros, les da más holgura a la hora de caminar, explorar y olfatear y responde a la petición de una gran parte de la ciudadanía que, como en Cáceres, han solicitado que, dentro de unos determinados horarios y zonas, los perros puedan caminar sin las cortas correas que les impiden hacer un ejercicio adecuado para su salud mental y física.

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