Una familia incinera por error a un gato que no es el suyo: "Estábamos convencidos de que era Ted"
Nicci Knight estaba de vacaciones cuando su cuidadora de mascotas le avisó de que su gato se había ahogado en la piscina de la casa
Desde la distancia, hizo los trámites del transporte y la cremación del animal, dejando a toda la familia devastada por la pérdida
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Para una familia con mascotas, la muerte de éstas es un duro golpe que afrontar. Más aun cuando tu vecina te llama mientras estás de vacaciones para decirte que, lamentablemente, tu gato se ha ahogado en la piscina de tu propia casa. Eso fue lo que le pasó a Nicci Knight, madre y dueña de dos gatitos, que se enteró a distancia de que había perdido uno de ellos mientras se encontraba de viaje estival.
Para asegurarse de que era él, tal y como cuenta ella misma en el periódico The Sun, le pidió a su vecina que usara la cámara de timbre inteligente de su casa. Y, de esa forma, pudo ratificar que sí, que era su gatito, Ted. Muy afectada por la noticia, Nicci llamó a la mujer que le cuidaba a sus mascotas para que se hiciera cargo del cuerpo y de las gestiones de la incineración. Su empleada así lo hizo y, en cuestión de pocos días, los trámites de la muerte del animal se habían solucionado, si bien el shock de todos los miembros de su familia fue más duradero:
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De repente, Ted entró por la puerta de casa: estaba vivo
"Fue un gran shock. Estaban incinerando a lo que pensé que era Ted. Fue horrible. No pudimos hacer nada al respecto y realmente afectó las vacaciones", ha dicho en la publicación británica, donde también ha enseñado las insignias que la empresa incineradora le mandó a modo de exequias: un documento en el que se verificaba la muerte y la cremación y varias láminas con las huellas reales del gatito fallecido.
Cuál fue la sorpresa de la cuidadora cuando, a los pocos días, regresó a la casa de North York para darle de comer al gato que todavía quedaba vivo en la casa y vio a Ted entrando por la puerta. Inmediatamente, la trabajadora llamó a la dueña del gato para darle la buena noticia y ella "no se lo podía creer".
Llamó al crematorio al que habían llevado al gato con manchas blancas y negras idéntico a Ted, pero ya lo habían incinerado. Así que asumió los 130 dólares que costó el funeral del misterioso animal, que no llevaba collar y a cuyos dueños siguen buscando, para informarles de su triste final.
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